Con Fidel hablamos de música, de lo que estamos escuchando, de a quiénes hemos grabado recientemente en esQuisses, de su época organizando fiestas de música electrónica, de qué toques del Festival de Jazz vamos a ir a ver/grabar. No es la primera vez que en esQuisses grabamos algo del Festival. Es más, creo que esta es la tercera. ¿Cuarta? Arriesgándome a sonar cliché, fueron días llenos de adrenalina, de reencontrarnos con amigos y colaboradores, de cargar chunches, de ser fans desde el lado del escenario, comer apurados y confundir instrucciones.
«¿Ya estás grabando?» le dije a Victoria en nuestro segundo día de grabación.
«Sí, Ale», y me empujó para que llegara más rápido donde tenía que estar.
Otra vez, poniéndonos de acuerdo con Max nos regañó—con esa amable y severa sutileza que tiene siempre Max. «Muchá, dejen de mandarme mensajes, que se corta la transmisión», puso, «mejor pónganse a grabar ustedes».
Y Fidel, en su gélida calma bromeaba, asentía sereno y facilitaba todo.
«¿No andás estresado?»
«Ay, Dios», me respondió. «Ya todos los relajos ya pasaron. Y acordate, yo organizaba—»
Fiestas de música electrónica, pensé.
Esta vez grabamos a tres actos. Impérial Orphéon de Francia, LaFrae Sci y la Guatemala Big Jazz Band de Estados Unidos y Guatemala, y el Yam Trio de Israel. Después de una enfermedad apocalíptica que amenazó con destruir la computadora donde editamos los videos, finalmente estamos listos para empezar a presentar estos videos. Mientras una mini entrevista con Fidel y las fotos que tomamos en esos días.
¿Qué querés encontrar cuando vos empezás a buscar nuevos músicos o bandas de jazz para escuchar?
Groove. Se trata de un «no sé qué» que simplemente te atrapa. Me parece que no solo sucede con el jazz, pero en él es especialmente importante: que te toque tu sensibilidad, que la estimule. Por eso es que hay tantas variante de jazz como gustos entre el público.
¿Cómo el estar involucrado en la organización del Festival de Jazz del IGA ha modificado tu apetito musical, o la forma que escuchás el jazz?
He estado expuesto a bandas y músicos que de otra forma no hubiera escuchado. Me parece que esa es una característica de este festival: su diversidad, y que no solo ha modificado mi apetito musical, sino el de muchos otros melómanos que disfrutan del jazz en Guatemala.
Apostaron mucho por talentos nuevos como Cristóbal Pinto y Kadmon. ¿Por qué ese interés? ¿Qué crees que estas bandas brindaron de único y original al festival?
El IGA es una institución con una gran trayectoria en la promoción del jazz, esencialmente porque este es un género nacido en Estados Unidos. A las grandes figuras del jazz guatemalteco, por ejemplo, yo mismo las conocí en en el Teatro del IGA a mediados de los años 90, cuando el jazz latino tuvo un auge importante en el país. Nos dimos cuenta de que ahora, a finales de los 2010, existe de nuevo una efervescencia jazzística a la cual nos acercamos como organizadores del Festival. Pero la convocatoria fue general y en ella participaron figuras de gran trayectoria. Cristóbal Pinto y Kadmon resultaron elegidas por un un jurado, cuyo criterio coincidió con el gusto del público, durante un concierto de audición realizado en diciembre del año pasado. Gracias a ellas el Festival reflejó un fenómeno que puede no ser evidente para el gran público: la aparición de una nueva generación de músicos en el jazz guatemalteco.
¿Cómo es el proceso de elegir a las bandas internacionales que van a tocar en el festival?
El Festival es promovido y organizado por el IGA desde hace 18 años, pero no sería posible sin el apoyo de los centros binacionales (como la Alianza Francesa o el Instituto Italiano de Cultura, por ejemplo) y las embajadas que año con año patrocinan el traslado y la estadía de las bandas que nos visitan. Cada país elige al grupo que lo representará de acuerdo con sus propios procesos. Algunos, como Francia y España, organizan una gira por Centroamérica con su grupo. Otros aprovechan la cercanía geográfica y temporal del Festival Eurojazz en México, y logran así que su grupo venga a Guatemala. Y otros ya cuentan con un presupuesto anual para apoyar esta iniciativa, que les permite la difusión de su cultura por medio del jazz entre los guatemaltecos.
¿Cuál sería tu banda o músico de jazz imposible que quisieras que se presente en el próximo festival?
Soy fan de Maceo Parker, saxofonista de James Brown durante muchos años, desde hace al menos dos décadas. Lo he visto un par de veces en vivo me encantaría que se presentara en Guatemala, Antigua y Quetzaltenango, y exclamara su típica frase: «We like to do 2% jazz, 98% funky stuff».
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