Por Regina Villeda.
Para mi, la literatura ha sido más que solo leer libros. Creo que he dicho esto en casi todas mis columnas pero es cierto. En los últimos días he reflexionado mucho en como los libros se vuelven un puente entre generaciones. Primero, porque nos pueden situar en un período de la historia que no vivimos. Segundo, porque si tienen la fortuna que yo tuve, un libro puede construir un puente entre ustedes y otras personas a su alrededor.
Hace varios años, salí de la casa de mis abuelos con un libro nuevo en mano. Mi abuelita me lo prestó, con nota de retorno, prometiéndome que iba a quedar fascinada con la historia. Lo tomé, llevé a casa y dejé en mi mesa de noche por mucho tiempo. Fue hasta varios meses después que lo leí, con un poco de pena de volver a ver a mi abuelita, que me preguntara sobre el libro y yo volviera a contestar que aún no lo leía.
En fin, esta es la reseña de ese libro, que leí hace mucho pero aún recuerdo con fascinación.
Empecé a leer Rebecca de Daphne du Maurier sin tener una sola idea. Nunca había escuchado a la autora. Por un breve momento creí que iba a ser la historia de Rebeca, el personaje bíblico de Génesis. Resultó que no.
De inicio a fin, el libro te envuelve en un misterio que se siente, se vive y se lee. Empecemos porque el libro se llama Rebecca y, su personaje, nunca aparece físicamente. Es alguien que cobra vida a lo largo de la historia sin realmente vivir. Es el personaje principal y el misterio al mismo tiempo.
Si alguien sabe cómo llevar una historia de suspenso, es du Maurier. No por gusto Hitchcock la utilizó como referencia para varias de sus películas (su cuento corto The Birds y este mismo libro).
Parte del éxito, a mi criterio, es la valentía de la autora para escribir sin temor alguno. La historia tiene tantos plot twists como nunca nadie se atrevería a crear para una sola historia, y déjenme decirles, cada uno de ellos funciona.
La narrativa de la autora resalta la naturalidad de lo cotidiano sin volver la historia lenta y pesada. Nada más vuelve a la Mrs. de Winter más real y más nostálgica.
Rebecca es una historia del misterio detrás de un nombre; del legado, quizá, que dejamos cuando morimos.
Sí le devolví el libro a mi abuelita. Todavía lo recuerdo, forrado con plástico para que no se dañara. Nunca olvidé la historia.
La semana pasada, unos cuatro o cinco años después de leer el libro, mientras almorzaba en la oficina, una compañera (más grande que yo, mamá de una hija de mi edad que amó el libro tanto como nosotras) se me acercó y comenzamos a hablar de libros. Rebecca salió a la luz. Al terminar la conversación, como regalo, terminé con el link para ver una adaptación de Rebecca (mini-serie inglesa de 1997) y una aliada más porque los libros crean puentes.
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