Por: José Ochoa
Esta semana les comparto un ejercicio de ilustración que puede llegar a ser tanto educativo como entretenido. Consiste en elegir dos cuadros de películas e intercambiar sus situaciones de iluminación. En mi caso es una combinación que me hizo gracia: La película de los Muppets e Inglorious Basterds, ¡que aparte es una de mis favoritas!
No tiene mucho más que eso. Al hacer esto varias veces uno se entrena para considerar los colores y tonos que elige a la hora de comunicar un sentimiento en su ilustración. Los cineastas más exitosos son expertos en el uso de la luz y color como lenguaje, y aprender pasivamente de su trabajo es su propio beneficio. Agregamos a esto lo que se aprende sobre composición, encuadres y valores tonales y resulta ser un ejercicio muy completo. ¡Además pueden salir cosas muy divertidas!
Espero que lo disfruten.
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