Por: Pablo Bromo
Escuchar Fela Kuti es como viajar en el tiempo de represiones y hostilidades mierdas que alguna vez nos hicieron daño, sin darnos cuenta, poco a poco. Pero también, es… la actitud más punk que al cosmos se le pudo haber imaginado.

La primera vez que escuché Fela Kuti no sabía que Fela, ese transgresor innato y lleno de conciencia, más conocido como The Black President, sería el culpable de mis fiestas más locas y bailables-delirantes en la vida. Y mucho más, después.
El afrobeat, para mí –en todas sus posibilidades musicales y culturales– significó muchas cosas que ni siquiera podría contarles con palabras. Fueron sensaciones, vibraciones e intenciones que me marcaron profundo. Muy profundo.
Se quedó en mi ser, pues, desde el momento de encender un puro de marihuana petenera o el momento de meternos granos de MDMA o coca en la nariz como si fuera la última noche en el universo. Ahí todo cambió por completo. Pero eso no es Fela, y en esto sí soy muy objetivo: ¡Fela Kuti es otra belleza más salvaje!
Nigeriano, multiinstrumentista, activista político –mejor dicho, social– y hasta una especie de catalizador de la cultura occidental; pero, además, una vena real, honesta, sincera, de todo lo que verdaderamente había sucedido con países colonizados por Europa donde terminábamos siendo solo “colonias” miserables.

Les dejo tres rolas de Fela que son enormes. No las olviden.
- Water no get enemy. ¿Necesita explicación? Nel. El agua es un recurso natural que no debería ser privatizado ni mucho menos limitado.
- Gentleman. Solo escúchenla. Mi favorita. Alguien cantando en contra de la colonización y con autoridad sobre la África unida. ¡Una belleza!
- Expensive Shit. No diré más. Solo escúchenla.
Foto de portada tomada de bigeye.ug
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