Por: Silvia Trujillo
“Esa es su historia, esa es mi historia, así ha sido la historia de racismo,
de discriminación y de violencia que les ha tocado a ellas y nos ha tocado a todas.
Todas esas experiencias vividas son parte de la obra,
están y no están, son parte del proceso,
aunque no se vean literalmente”.
Sandra Monterroso
Desde el 27 de abril se ha podido apreciar la exposición “Distorsiones e imperfecciones” de la artista Sandra Monterroso, en la Galería 9.99. Una propuesta que reúne pintura, escultura y performance, donde la creadora discurre sobre varios temas como la colonialidad de nuestro pensamiento, el conflicto entre la historia que nos han contado y la que se reconfigura a partir de nuevos relatos, la lucha entre una memoria – tótem que han tratado de consolidar desde miradas hegemónicas y las memorias vivas que se nutren de voces y experiencias vitales pujando por salir del ostracismo al que han sido condenadas, así como, sobre el mestizaje y las ideas de modernidad que nos atraviesan.
Otro tema que atraviesa las piezas refiere al dolor, a las heridas que las imposiciones históricas y actuales han causado sobre las personas, al poder que se ha afincado en nuestros cuerpos dejando cicatrices profundas. En este continente, que actualmente es llamado por algunos como América Latina y hay quienes lo nombran como Abya Yala, los territorios fueron despojados al igual que los territorios- cuerpo de hombres y mujeres que fueron -y siguen siendo – violentados, mancillados, expropiados. En el caso particular de los cuerpos de las mujeres sufrieron, además, violencia por el propio hecho de serlo. Puede discutirse si el patriarcado se originó con la colonización o más bien se refuncionalizó con ella, existen quienes han identificado tal sistema de opresión ya presente en los pueblos originarios el cual se reconfiguró posteriormente en lo que se ha conceptualizado como entronque patriarcal, pero lo cierto es que fue con la llegada de los españoles donde se comenzaron a aplicar formas oprobiosas de explotación y opresión que cimentaron las bases de las actuales condiciones de desventaja para la mayoría de la población indígena de este país y para las mujeres en particular. Entonces ¿qué historia contamos?
Por eso la artista propone desandar esas rutas del dolor, sanar. Pero para hacerlo hay que volver sobre la historia y recorrer “la otra línea histórica” a partir de cuestionar que hitos nos han contado y cuales han permanecido invisibles, que símbolos nos han heredado y cuales se han mantenido ocultos. En cada pieza propuesta se apunta a la recuperación de las raíces ancestrales, desde el idioma, hasta los elementos que forman parte de la cotidianeidad de los pueblos originarios, los alimentos, los rituales, las piedras, la tierra. También el achiote, una semilla y condimento utilizado en recetas ancestrales, que se refuncionaliza como pigmento y se mestiza con resinas, acuarelas y tinta china para darle color a algunas piezas. Pero, a su vez, el achiote ha sido utilizado en medicina natural como cicatrizante. De manera tal que, en la medida que da color también sana, cubre heridas de papeles-piel, que se curan con vendas -tintes – achiotes.
Invitación
El sábado 27 de mayo a las 11 hs. Sandra Monterroso, Aida Toledo y yo proponemos una conversación sobre la exposición, sería genial encontrarnos por allí, no sólo para que disfruten la propuesta, sino para que podamos intercambiar percepciones y opiniones. La cita es en The 9.99 Galery, 5ta. avenida 11-16, zona 1, Centro Histórico, Ciudad de Guatemala.
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