Por: José Ochoa
Hace un par de meses tuve la oportunidad de visitar la Academia de Ciencias en San Francisco. Una de las atracciones principales es Claude, un lagarto albino. Al verlo encerrado se me ocurrió la idea de que para el animal su ambiente debe verse muy pequeño para moverse con libertad; como estar en una pecera de mesa. Decidí pintarlo en esa situación.
No he terminado, pero este es el estado de esa pieza:
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