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Página principal > Reportajes > Entrevista > Mandy Joha: Conciliadora y polifacética manifestación del arte
12 diciembre, 2016  |  Por: Rosario Orellana En: Destacados, Entrevista, Reportajes

Mandy Joha: Conciliadora y polifacética manifestación del arte

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“Lo normal nos está matando”

Mandy Joha

Mandy Joha es una artista guatemalteca, de 32 años y polifacética. Escribir es uno de sus máximos delirios, pero también la música, la pintura y el performance, entre otras disciplinas que aprendió a acompañar por elementos artísticos.

También es feminista y está comprometida con varios proyectos en los que intenta a diario mostrar que “lo normal nos está matando”. Desde pequeña tuvo un corazón rebelde, poco cómodo en las estructuras que socialmente le eran impuestas y encontró en el arte una fiel compañía. Comenzó a expresar sus emociones, a encontrar la libertad de sus hebras más profundas.

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El padre de Mandy desapareció durante el Conflicto Armado Interno. Su madre, de origen salvadoreño emigró a nuestro país en busca de un poco de tranquilidad cuando también El Salvador atravesaba un tiempo caótico. Joha literalmente nació en la zona 1 y creció bajo la tutela de su abuela, la madre de su papá.

Actualmente la artista vive en un lugar espectacular. Aire puro, una vista hermosa de la ruta que conduce hacia Antigua Guatemala. Su casa es acogedora y al entrar inmediatamente te das cuenta de lo orgánica que es su vida. Paz, armonía, igualdad. Lejos de los prejuicios o imposiciones.

Rosario Orellana: ¿En qué momento te involucrás en el arte?

Mandy Joha: Me involucré en el arte desde que tengo como unos 7 años, cuando comencé a escribir poesía. Fue una de las primeras artes que me llamó. Me metía a declamar – comentó esbozando una sonrisa en el rostro y aún con los ojos muy abiertos, expectante sobre el rumbo de la conversación-.

Luego llegó la pintura, las artes visuales. Como a las 7, 8 años vendía cartas de poemas y como a los 9  (años) mis dibujos, a mis compañeras de básicos. Mi hora de recreo era eso, escuchar sus historias de amor y en eso me inspiraba para hacer las cartas y era súper poético. Fue el momento en el que empecé a ver que del arte si se vive. En ese entonces no lo hacía con ese sentido, pero después si.

Luego, con el tiempo me metí en la música. Comencé a coleccionar todo tipo de música.

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Foto: Mandy Joha

RO: Actualmente Mandy es DJ y productora. Vive de la música.

MJ: Creo que tuvo mucho que ver que me crié con mi abuela y ella tenía un tocadiscos y empecé a involucrarme con los acetatos. Eso no se tocaba, eran bien delicados pero yo era insistente. Siempre que me decían que no se podría, yo respondía que sí. A mí venían tratándome de inculcar ciertas herencias pero nunca me gustaron. El apoyo de mi familia en ese momento no fue el que yo hubiese querido, el mejor que encontré fue en mí misma.

RO: La rebeldía llevó a Mandy a tomar algunas decisiones fuertes desde muy pequeña pero sus cuadernos, lapiceros y creativa mente nunca la abandonaron.

MJ: Para mi familia el arte era como el camino incorrecto. Siempre me decían aquí hay abogados, doctores, psicólogas y que eligiera algo pero eso no fue lo que quise. Eso me llevó a irme temprano de mi casa. Terminé de estudiar por mi propia cuenta pero siento que fue lo mejor que pude haber hecho. Mi familia no lo entendía, yo tampoco sabía a qué iba porque te vas con tu propia maleta, pero también con la maleta que te da la familia impuesta por el mismo sistema.

RO: Mandy tuvo que desprenderse de algunas emociones y comenzar una nueva aventura. Una vida en donde el arte sería un pilar fundamental.

MJ: Ahí comencé más fuerte con la música. Comencé a vivir cosas diferentes y también vi que lo que llaman cultura, para mí no lo es. Es bien feo pero están llenas de prejuicios, racismo e ideologías que yo no comparto. Y no lo veo solo con mi familia, vas afuera y ves que la cosa está igual y esa desconstrucción me llevó a hacer trabajo social. Yo estudiaba en un colegio católico, solo de mujeres y tuve que aprender en las calles desde pequeña.

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Por ejemplo, la gente que usa pegamento amanece con mucha hambre y salen a ver qué te roban o de repente podes compartir tu refacción para que te dejen tranquila y te vas encontrando con personas más pequeñas que tu, que huyen de la violencia, que vienen de distintas partes de Centroamérica y tratan de salir de algo que no les gustó.

Cuando ves esa realidad es cuando pensás en que al menos yo si encontré la forma de salirme de esa realidad, de la que no me gustaba que fue a través del arte y del trabajo social aunque en todo lo que hago trato de dejar un mensaje.

RO: Desde siempre Mandy ha tenido un ojo muy crítico hacia la desigualdad. Desde pequeña encontró un mundo indiferente y en contra de las personas que vivían en circunstancias desfavorables.

MJ: En Villa Nueva tuve un grupo de jóvenes, ya tenía como 18 años y era líder de un grupo cerca de un asentamiento. Conocí a Doña Mary que es como la encargada de su comunidad ahí por Linda Vista y comencé a ayudar; me hablaron para que ayudara a que los jóvenes o niños no se metieran a las maras y es bonito que la gente de afuera, porque ni tu familia lo cree, se acerque a ti porque cree en ese activismo. Llamamos al grupo Jóvenes unidos para ayudarnos y empezamos a darle amor a la comunidad. Hicimos un montón de actividades pero yo no podía quedarme con los grupos porque debía ver cómo vivir haciendo lo que quería. Ahora tengo otra estabilidad, que me ayuda a hacer más activismo de otra manera.

Además yo hago TAA (Terapia Asistida con Animales) y poco a poco involucré el arte como una forma de sanar porque yo compartía con ellos lo que yo tenía y siempre con la intensión de ayudarles a que encuentren su propia identidad porque siempre hay gente que te inspira, pero eso no quiere decir que querrás ser como ellos.

RO: Al vivir todo esto, involucrarte en tantos proyectos distintos pero con un mismo hilo conductor, relacionado al arte ¿seguía siendo poesía lo que escribías o tuvo alguna variación?

MJ: Pasé de los 20 a los 26 años que no pude escribir. No podía, algo me afectó y no pude. Estoy trabajando un libro y espero este año que viene poder soltarlo. En ese tiempo pensé que podía tener un restaurante, abrir un nuevo espacio para el arte y seguir con mis proyectos. Lo tuve por dos años en San Cristóbal. Cuando tuve que cerrarlo me fui a Costa Rica, comencé a escribir otra vez, me estaba dando chance de regresar con todo.

Lo que si se mantiene es mi lucha a favor de las mujeres. Quieren que nos metamos en un sistema en donde “lo normal nos está matando”, así llamé uno de mis textos. Te quieren sumisa, callada y yo no lo logré. Y por ejemplo con los performance es así, cómo yo veo mi cuerpo. Yo estoy comprometida desde hace mucho tiempo a rescatarme y rescatarnos.

Foto: Diario Última Hora de Argentina
Foto: Diario Última Hora de Argentina

RO: Mandy formó parte del movimiento #NiUnaMenos. Varios medios nacionales e internacionales se acercaron a su obra y los comentarios no se hicieron esperar.

MJ: Me tocó leer todos los comentarios, pero con el tiempo he aprendido a no tomármelos personales. Se encendieron muchas críticas. Hubo gente que me preguntó por qué lo hacía si es caso fue en Argentina y yo les respondí que claro…ella no me conoce, pero yo sí su historia y no me quise quedar callada. Lo primero que hace el sistema es tocarte el autoestima para tenerte abajo y eso lo causa el machismo que como te dije antes afecta a hombres y mujeres por igual.

Hace poco escribí un texto sobre las mujeres invisibles, invencibles. Me enoja por ejemplo que en la política hayan tantas mujeres que sean manipuladas. Eso tira a la basura todo el trabajo de las demás. Hay mujeres que siguen luchando, esforzándose.

RO: Actualmente ¿en qué estás involucrada? ¿Qué proyectos ocupan tu tiempo?

MJ: El último proyecto en el que estoy trabajando es en Jocotenango, con una escuela. Como voluntaria llevo arte y lo que tengo debo compartirlo. Trabajo con niñas para empoderar, para que se conozcan. Hago meditación, entonces trabajo con música y sonidos. Mi poesía también la sigo y siempre lleva un mensaje. Si me seguís como DJ también soy parte de una desconstrucción, por que existe el prejuicio que DJ son solo hombres. Prácticamente vivo de la música, es lo que me mantiene desde hace 9 años y como productora. También me involucro muchísimo con organizaciones para recaudar fondos; eso me gusta un montón porque conozco los proyectos y me dan un espacio para hablar de lo que hago.

Y lo de #NiUnaMenos, en lo personal llegó como para unir todo. El que la imagen se hiciera viral, recorrió el mundo y muchos aquí era como esto no es posible en este país, tercermundista pero igual que con otras áreas de mi vida, me dijeron no y lo hice.

RO: ¿Cómo te involucraste en este movimiento? ¿quiénes te contactaron, tu te uniste?

MJ: Yo tengo un grupo de poesía experimental y la idea es hacer vivos los textos. Ya había hecho otros para sensibilizar, hice como tres en Antigua y me llamó un grupo llamado Mujeres Artesanas de Paz y querían hacer algo con el hashtag Yo Me Comprometo. Incluso una de las muestras fue ante el equipo de fútbol de Antigua porque los jóvenes los siguen. Me hablaron para que yo fuera la parte visual y se me ocurrió que las encargadas dieran la información mientras yo mostraba lo que está pasando con las mujeres y las muertes.

Cuando yo hago un performance mi cuerpo ya no es mío y representa el cuerpo de todas las mujeres que no tienen voz por alguna razón o aquellas que se han superado. Era un cuerpo emplasticado, sin vida y los adjetivos de algunas causas de muerte pero al final no había sangre sino muchos colores.

Lo que busco es que se les abra algo en la cabeza, tanto para mujeres como para hombres. Que entiendan que es necesario erradicar el machismo. Dejar de hacer comentarios como te desnudas y Mandy ¿qué onda? o para vos es fácil. Para mi es una catarsis y una lucha constante. Acompañar el arte de fundamentos. Leer, informarte, conocer lo que pasa alrededor. Yo siempre uso la simbología.

Foto: El Sol de Argentina
Foto: El Sol de Argentina

RO: Contame un poco sobre la obra que mostraste en #NiUnaMenos

MJ: Era súper simbólico. Use alambres que para mí es el Estado, puse tres pancartas una que decía Un feminismo para no morir, el otro decía Diosas crucificadas por el patriarcado y el último Denuncia la violencia porque hay que dejar de callar. Quería que dijera algo porque muchas personas no te entienden lo simbólico de las cosas.

Así es como me veo y nos veo a todas. Que nos crucifican, es nena e inmediatamente te imponen cosas que solo las niñas hacen y hay algo que te marca. Puse la menstruación porque es una forma con la que nos han atacado, es un tema tabú pero para mí es una invitación para apropiarnos de nuestro cuerpo…entonces se marcó sangre en los pezones, manos y pies. El alambre estaba enredado porque es toda la opresión toda la negativa del Estado porque son parte de los feminicidios.

Hubo un montón de gente que me escribió y me contaron muchos casos. Crea polémica y debate porque alguien está diciendo que cierta cosa no está bien.

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GALERÍA

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RO: ¿Tenés algún proyecto en mente, algo que tengas planificado para el próximo año?

MJ: Quiero hacer otras imágenes, son tres con el grupo de poesía experimental. Yo lo que quiero es primero hacer ver el micromachismo porque detecté que hay varias que no se dan cuenta. Es una mujer que está llena de curitas con flores pequeñas. También es un desnudo. Ya tengo la modelo, me empiezo a meter con organizaciones que me hablaron para decirme que me quieren apoyar si tengo algún proyecto.

El otro es una Eva comiéndose la manzana ella, y un Adán que tiene las costillas sangrando porque si toco la religión pero no es allí hacia donde quiero llegar pero al que le quede el guante, que se lo plante. Mi objetivo es que se vea que el machismo también afecta a los hombres y la Eva tendrá un papel importante porque es la muestra que la mujer se empodera.

Tenía planificado irme a Francia pero me mandaron un correo y estoy esperando, no es muy certero porque debo esperar una nueva carta de su parte.

Con la música en enero viajo a Honduras y tengo calendario lleno de este mes y el próximo. Quiero dar clases también, tengo la oportunidad en ArteCentro, con talleres para niños y es muy probable que lo haga.

 

Mandy Joha es una artista y activista guatemalteca, que utiliza el arte como camino hacia un cambio social.

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#NiUnaMenos

Escrito por Rosario Orellana

Periodista en formación. Amante de los deportes y la mente creativa. Fascinada por la naturaleza y las iguanas. Me gusta abrir camino para las mujeres, en campos sumergidos en el machismo. Guatemala es mi mayor compromiso. Amo reír a carcajadas.
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