La luz empieza a moverse

se lleva tu ser

la luna no está presente

y aquello que dejamos no va a volver…

Ir a un cementerio siempre es un poco escalofriante, pero podemos encontrar cosas tan peculiares, en el de Xela particularmente noté que hay muchas tumbas donde colocan pisos bonitos, que hay muchos colores a pesar que es un lugar muy frío y que a muchos nos generan sentimientos encontrados y un poco de extrañanza por esas personas que ya no están.

Una de las cosas que más me encantó de ésta visita fue el atardecer que me hizo recordar que en toda situación hay una parte bonis y otra no tanto, que solo se trata de ver y aprovechar el bueno.