Texto: Joss Pinto
Fotos: Oscar Villeda
Hay varias formas de estar en un concierto. Una es solo escuchar la música, sentarse en una mesa y platicar sin mayor atención. Después hay ocasiones en las que es imposible no levantarse, moverse, cerrar los ojos y sentir cada nota estremecer las últimas dudas de cualquier cosa previa a este momento. Esta es justo la forma de estar en un concierto de Mercedes Escobar, más cuando sus canciones no solo las empodera su dura, cruda y raspada voz; sino que toda su banda también se encarga del desorden.
Así comenzó el lanzamiento del nuevo video de Mercedes “Sangre Negra”, dirigido por Mauricio Escobar con la participación de Eny Roland y Neko Saldaña. El video fue editado en Brasil por André Garros, y complementa perfectamente la imagen con la melancólica lírica y voz de Mercedes Escobar. El lugar del concierto, que usualmente está frecuentado por amantes del rock, estaba lleno de extranjeros y una que otra cara conocida que sabía lo que iría a encontrar. Al inicio, sin comenzar Mercedes aún, la música era una cacofonía de voces e idiomas tan distintos, que se hace obvio pensar que se puede sacar a Mercedes de la Antigua Guatemala, pero no a La Antigua de Mercedes. Al final, un puesto de Ilegal Mezcal patrocinaba la primera bebida de la noche. -“Coctel or pure”, me preguntaron. Y en mi cabeza solo pensaba cómo responder. “-¿Coctel?”
Salimos un rato, y se escucha una voz que dice: ¡It’s starting! Todos entramos y en la pantalla se ve el video de Mercedes, una composición a blanco y negro que me recuerdan inmediatamente a la época de oro del cine mexicano. Sangre Negra es el primer sencillo del disco “The Blue Devil” que grabó Mercedes en Los Ángeles y aún no ha sido lanzado, y este concierto nos dejó solamente con muchas ganas de más.
Entre canciones propias y covers de los favoritos de la banda, conformada por David Gerow (Violín), Willie Gómez (Guitarra Eléctrica y Voces), Sagan Jacobson (Bajo y Voces) y Abel Girón (Batería), la voz de Mercedes es imposible no se robe el show de la noche. Lo raspado de sus vocales, la gravedad de sus notas que continúan resonando en el cuerpo, la fuerza que ejerce cuando cierra los ojos para alcanzar una nota más alta, todo el show de Mercedes no es una vuelta a la tradición del blues o el country, sino una composición contemporánea de géneros de los que se apropia y revive. ¡Qué fresco suena el country desde su guitarra!
En mi cabeza sigue sonando la letra “I’m ok, mama i’m okay”, de una de sus canciones; la más pegajosa tal vez. Luego es imposible no bailar cuando los papeles cambian y ahora es Willie quien tiene el micrófono, y solos de violín arrancan la lujuria musical. ¿Cómo sobrevivir un solo de violín gitano?
Siempre he criticado un poco que el lugar del concierto tiene muy poco espacio para bailar, pero esa noche había tanto público que todos éramos una masa danzante en vez de cuerpos con comezón de pies. Es en las notas más largas en las que creo que su voz se luce más, en esos sostenidos que revelan la vibración pesada de su tono.
Tal vez el show terminó demasiado pronto y pudimos haber escuchado a Mercedes toda la noche, pero el buen sabor de boca que deja una voz trabajada y la perfección musical de la banda no nos deja sentirnos insatisfechos. Habrá que esperar el nuevo disco de Mercedes, que con canciones como Sangre Negra, se anticipa un éxito.
¡El video no fue hecho en Brasil, fue hecho en Guate!