site logo
  • esQuisses
  • Reportajes
    • Fotoreportaje
    • Narrativa
    • Entrevista
    • Pluma invitada
  • Recomedaciones
    • Literatura
    • Cine
    • Música
  • Galeria
    • Fotografia
    • Artes Visuales
    • Literatura
  • en Vivo
  • Columnistas
    • Texto
      • Izabel Acevedo
      • Jorge Campos
      • Silvia Trujillo
      • Alejandro García
      • Pablo Bromo
      • Sebastián Salvador
    • Visual
      • Petunia
      • G1ft3d
      • José Ochoa
      • Samael Solórzano
      • Sandie López
      • Comics
        • Cubito
  • Agenda
Página principal > Galeria > Literatura > Johannes Weitnauer
6 julio, 2016  |  Por: esQuisses En: Galeria, Literatura

Johannes Weitnauer

12187719_10153580188881391_362227686929909444_n

Johannes Weitnauer (Guatemala, 1991). Poeta y cuentista. Estudió Medicina Veterinaria en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Algunos de sus textos han sido publicados en revistas digitales y físicas de circulación nacional. Obtuvo una distinción en el certamen de cuento corto de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos, con el relato La chica en la vitrina de neón, (2013). Su primer libro titulado Fragmentado fue publicado en 2016, por Indeleble Editores. 

+

+

+

+

+

[toggle_box]
[toggle_item title=»Siquiera de mi voz» active=»true»]¿Te recordás de la vez primera cuando te tomé de la mano, bajo la mesa, y nos embriagamos con tus amigos? ¿Te recordás de la cicatriz? ¿Te recordás que ese día nos empezamos a querer?, que empezamos a vivir. ¿Te recordás que ninguno de los dos conocía a muchos aquel día y nos burlábamos de nuestra incapacidad para encajar? ¿Te recordás de mi mano sosteniéndote cuando por fin te vencieron los tragos? ¿Te recordás cuando no te lo dije, pero te diste cuenta que te quería, de verdad te quería? ¿Te recordás de aquel día, unos meses después, cuando supimos que ya no se podía? ¿Te recordás del viento, de la afonía, del deseo de vivir, de las estrellas? ¿Te recordás cuando te dije que me dolías y no supiste hacer más que decir lo siento y ver al suelo? ¿Te recordás cuando confesamos nuestra mentalidad suicida? ¿Te recordás que siempre fui un inútil? ¿Te recordás que nos alejamos pero estuvimos siempre cerca, y que dependíamos el uno del otro aunque fuera en lo lejano? ¿Acaso también recordás cuando prometí que todo estaría bien? ¿Te recordás que mis ojos, en realidad, jamás callaron su llanto, y que juntos logramos adueñarnos de las horas? ¿Te recordás que deambulábamos entre incertidumbres, ambos sin hallar nuestro camino pero con la esperanza de formar uno juntos? ¿Te recordás que el silencio hacía juego con nuestras manos anudadas? ¿Te recordás siquiera de mi voz?, decime, por favor, que por lo menos eso no se te olvida…[/toggle_item]
[/toggle_box]

[toggle_box]
[toggle_item title=»Verte a los ojos» active=»true»]Es como decirte que no todo se acabó, y que jamás lo hará. Verte a los ojos es relatarte nuevamente una a una mis confusiones, para que las mantengas suspendidas en futuros inciertos que quizá jamás vendrán. Es como embelesarme con los acordes de aquella guitarra donde danzan tus dedos, temerosos e impacientes. Es como decirte que podrás encontrar amores en donde tú lo decidas, y tendrás, cariño mío, felicidades ineludibles que rondarán tus pupilas. Y serás feliz y seré feliz porque verte a los ojos seguirá invariablemente siendo mi forma de hablarte y desplegar, para ti, las contradicciones que nos trajo una vida de mierda con la que nunca estaremos conformes. Formarás paredes alrededor tuyo y yo sabré derrumbarlas indagando en tus ojos; porque es como decirte que te quiero, que nunca terminaré de quererte… y conoceré tu respuesta cuando, tímidamente, bajes la mirada y te quedes callada.

12799388_10153802311451391_8543429549546881784_n[/toggle_item]
[/toggle_box]

+

+

Extractos de «Fragmentado«

+

[toggle_box]
[toggle_item title=»Digamos» active=»true»]Digamos que no te vi por vez primera en el transporte público, que tres días después no nos topamos en un bar de mala muerte en el centro histórico. Digamos que no nos emborrachamos y que no te perdiste en los altibajos de mi pecho cuanto intentábamos mantenernos de pie. Digamos también que el cielo nunca fue enemigo y que siempre hacíamos lo correcto, en el tiempo y las condiciones indicados para ello, que no nos gustaba enredarnos en laberintos de los que después no podíamos salir. Digamos que jamás me llevaste a aquella cafetería taiwanesa y que no pasamos dos horas hablando boberías, mientras la mesera nos hacía malos ojos porque estábamos ocupando lugar. Digamos que ese sábado no íbamos a ciento cincuenta en carretera y que no te enojaste porque nos íbamos a matar, pero cuando por fin llegamos te amé en el balcón del hotel con vista al lago, y entonces ya no te quejaste. Digamos que ese no fue el fin de semana perfecto que recordaremos al cumplir los sesenta, cada quien por su lado. Digamos que jamás nos rendimos, que cada día aprendimos a leernos mejor en la mirada. Digamos que jamás dolió, que no nos dimos cuenta a golpe de insomnio que los errores insignificantes se pagan caro después. Que aquel dos del último mes no quisimos dejar de existir, del nosotros y del yo. Digamos que sí, que todavía sé el olor exacto de tu nuca y que no se me aguadan los ojos porque ocasionalmente, cuando intento recordarte, no sé cómo suena tu voz.[/toggle_item]
[/toggle_box]

[toggle_box]
[toggle_item title=»La vi» active=»true»]Se desabrochó la blusa y la tiró con indiferencia sobre la silla, los pantalones desparramados en el piso. Ha pasado tanto tiempo desde que abandoné ese vecindario, desde que la vi por última vez y nos amamos como hoy, cuando nos volvimos viento y luna callejera. Han sido demasiados sonidos carentes de sincronía, demasiadas voces intentando establecer una conexión entre sus pestañas y las mías. Pero otra vez la vi con sus mil mares contoneándose como asteroide sobre mis muslos, con una simplicidad tal que se volvía demasiado compleja. La vi en miradas que colisionaban sobre mi pecho y entonces la encontré. Supe que había estado perdida entre cervezas y camas ajenas a las que jamás perteneció.[/toggle_item]
[toggle_item title=»Vida» active=»true»]Vos sabés que cuando más te necesito, me dolés. Te he visto los sábados por la tarde jugando póker, apostándome a mí. Soy el peón que siempre sacrificás de primero en tus juegos. Sabés que no quería decepcionarte ni que me vieras así, como estoy de perdido, con la ropa empapada de no sé qué y las manos magulladas de tantos malditos errores. Quiero regalarte mi carne, mis huesos y mis pestañas. Secreciones de angustia y satisfacción, lo que sea. Vos sabés bien cómo soy, te conocés todas mis mañas y mis falsas verdades. Te memorizaste hace tiempo la forma en que aprieto los ojos cuando siento miedo, cierro los puños y acerco otro poco más las rodillas al pecho. Me voy oxidando en el juego macabro que me invento cuando te pienso, cuando no querés estar conmigo. Muchas veces he dudado de tu existencia, porque no tiene razón de ser esto de sentir, de no sentir, volver a sentir y dejar sentir. Estar triste porque siento, estar angustiado porque no. Es un asqueroso ciclo sin fin. Esto no es lo que debería ser. Te odio un poco. Solía amarte, pero hoy te odio y aunque creo saberme todas las razones, todavía no me explico muy bien el por qué.[/toggle_item]
[/toggle_box]

Comparte esto:

  • Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
  • Compartir en Skype (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)

Me gusta:

Me gusta Cargando...

Escrito por esQuisses

AnteriorEspiral de un debut que promete
SiguienteNiñas Furia

Comentarios: 0

Deja un comentario Cancelar respuesta

Entradas recientes

  • ERNESTO BAUTISTA: la construcción mental del discurso poético
  • ENTREVISTA: Paula Morales, “nuestra existencia es resistencia”
  • Cristobal De La Cuadra, lo más importante ahora es hacer escena y comunidad.
  • ENTREVISTA: Teresa María, somos mucho más
  • ENTREVISTA: El David Aguilar «Cuanto tocan en mi casa, yo abro»

Agenda cultural


« Marzo 2023 »
Mo Tu We Th Fr Sa Su
    1 2 3 4 5
6 7 8 9 10 11 12
13 14 15 16 17 18 19
20 21 22 23 24 25 26
27 28 29 30 31    

Calendar by Kieran O'Shea

© Copyright esQuisses
loading Cancelar
La entrada no fue enviada. ¡Comprueba tus direcciones de correo electrónico!
Error en la comprobación de email. Por favor, vuelve a intentarlo
Lo sentimos, tu blog no puede compartir entradas por correo electrónico.
A %d blogueros les gusta esto: