“Aquel que disfruta lo que hace tendrá una sonrisa sincera en cualquier momento” me dijo un día un licenciado en la Universidad. He tenido la oportunidad de conocer a varios soñadores que a pesar de las dificultades, mantienen un destello único; una sonrisa que los malos momentos la hacen más grande. Sin duda, Luis Mansilla o Beto Mayen (como se le conoce en Instagram) es uno de esos sonrientes.
Por: Rosario Orellana
Un día me di cuenta de lo valeroso en lo que se ha convertido Instagram. No es una típica red social en donde todos se hacen amigos, luego se destruyen y se eliminan. En realidad su crecimiento se basa en las verdaderas relaciones que se han creado a través del sitio. Por ahí conocí a un talentoso fotógrafo. Un joven serio y tímido, que a través de sus obras demuestra su blando corazón y la fuerza espiritual con la que traslada cada imagen.
Luis Mansilla es mejor conocido como Beto Mayen. Estudiante universitario de publicidad y experiencia en diseño gráfico. Conoció la carrera por medio de un programa radial y hoy se dedica a diversos aspectos en una institución gubernamental. Su trayectoria se remonta al 2011, cuando comenzó la verdadera aventura y su primer caballito de batalla, fue la fotografía de un gato.
Mansilla hizo sus prácticas en una agencia, para luego conocer nuevos territorios gracias a la fotografía y su jefe de aquel entonces Marco Antonio Ortiz; éste le mostró algunas técnicas, ley de tercios, velocidades, ISO, sombras y mucho más.
Beto Mayen: Mi primer acercamiento real a este mundo fue en el 2013, cuando gracias a mi jefe conocí un grupo llamado “Fotógrafos Emergentes” de Facebook, me agregaron y todo. En ese tiempo comenzaron con una dinámica de poder conocer a otros fotógrafos haciendo concursos. Esos proponían temáticas y todos comenzaban a subir sus fotografías y al final, tres jueces nombraban las mejores tres obras.
Lo bonito es que no solo era la práctica, sino además te criticaban pero con comentarios constructivos para saber qué mejorar y eso te motivaba. Después de varias semanas debíamos trabajar con jugos para niños. Logré tomar la foto de un sobrino que tenía un trompo en la mano. El trompo se quedó parado mientras tomaba jugo. Yo estuve feliz porque gané y eso me incentivó a seguir.
Rosario Orellana: ¿En qué momento comenzaste a encontrar tu propio estilo, tu marca o sello?
BM: Yo pienso que cuando comencé a concursar supe que debía encontrar un estilo propio. Siempre me gustó tomar fotografías de todo: paisajes, retratos y luego comencé a hacer solo fotografías macro. Comencé a ver cómo hacerlas, lo típico es con el lente invertido, pero me volví adicto y frecuente a Instagram y lo he usado como plataforma para darme a conocer.
Por ejemplo, este tiempo es genial por las tormentas. Aprovecho para tomar fotos. Cuando llego a mi casa o voy en el bus, salgo del trabajo es ver el cielo y eso te inspira. Con los rayos, como no saben en qué momento podrás captar uno, pero hace un año quedé fascinado porque en frente de mi casa hubo tormenta y ahí tenes oportunidad de ver algo de vegetación. Fueron unos 10 minutos de muchos rayos, alisté mi cámara, enfoqué y la dejé esperando. En esa ocasión logré unas 100 fotos y en todas habían truenos, allí me enamoraron porque logras otro tipo de fotografías.
RO: ¿Estás encasillado en algún estilo en particular? Por que he visto que si mantenés cierta línea, pero si captas distintos tipos de momentos.
BM: Si me he encasillado un poco en la temática de Instagram, de darle tu propio estilo y enfoque. He sido más de paisajes pero atardeceres, retratos y largas exposiciones. Como técnica utilizo más el contraluz, sin duda – dijo el artista sentado en un largo sillón negro, en &Café de Plaza Obelisco, mientras comenzaba a caer la noche.
RO: Te voy a proponer algunos temas y me decis lo primero que venga a tu mente. ¿Qué elementos tendrías o colocarías en cada fotografía?
1.- Cultura guatemalteca:
BM: Pondría montañas y volcanes. Es lo primero que yo pondría y justo ese es un reto muy interesante para mí, porque me gustaría subir un volcán. Siempre se caen los planes y no logro ir, pero esa es una de mis metas: poder subir algunos volcanes y dar otra vista. Me he quedado bajo en escala, la cámara que tengo ya va quedando en bajo nivel, pero no me ha impedido tomar fotos.
RO: 2.- Amor:
BM: Me gustaría una perspectiva forzada con una pareja y un bebé en un atardecer; el amor por el bebé, más si es el primerizo hay más intensidad. Levantándolo a él con las manos y que los dos reflejaran la unión
RO: 3.- Guatemala
BM: No lo pienso como en la capital, sino que yo lo retrataría de dónde vengo yo, de dónde nací. Retrataría en ese sentido porque obviamente todos podemos poner las representaciones icónicas que son sus paisajes, pero prefiero un ceno familiar. Es unión familiar.
RO: 4.- Un día normal
BM: Un picnic; bicicleta, sándwiches, un pastel, una manta típica roja con cuadritos, un área verde, un cielo despejado.
RO: ¿Cada cuánto tiene actividad tu cuenta? Subis constantemente una fotografía o preferís trabajarlas bien antes de publucarlas? ¿Cómo es ese proceso en el caso de Beto Mayen?
BM: Subo las que voy realizando. Antes subía una fotografía diaria, con temáticas. En ese entonces no conocía el sistema de Instagram, solo subía las fotos por que si. Pero comencé a hacer un reto de 100 fotos mensuales y en cada cien, hacía una representación. Cuando llegué a las mil dejé solo las que para mí tenían calidad y en ese lapso me di cuenta de la evolución que tuve y claro, qué tipo de fotos era el que más me interesaba. En mi cuenta comencé a utilizar íconos de Instagram y así a posicionarme. A partir del cuarto Instameet ya tuve relación con algunos fotógrafos como Mafer Mencos (@vanillasunshine_) y Héctor Archila (@_Archila). Ellos organizaron un after meet, me contactaron y organizamos uno. Fue en el Hipódromo de Norte y llegaron unas 35 o 40 personas. Desde ese momento fui conociendo varios grupos con los que tomo fotografías los fines de semana.
RO: ¿Te gusta participar en concursos? Lo hiciste por mucho tiempo en el grupo de Facebook que decías anteriormente, pero ¿lo has hecho en otros lugares?
BM: Si, estuve en un concurso de Polaroid con Revista Capiusa, la convocatoria fue a través de Instagram. Competí con una fotografía. También he participado en la 21K de la Muni. Siempre tienen como una temática, por ejemplo el año pasado era la cultura, por ser la Capital Iberoamericana de la Cultura. Entonces debes encontrar la forma de unir la carrera con el tema que proponen. Yo elegí elementos arquitectónicos y utilicé el Palacio y la Catedral, que son dos estructuras emblemáticas.
RO: ¿Haces mucha postproducción de tus fotografías o preferís que sean publicadas de forma espontánea?
BM: Depende de la fotografía. A los retratos trato de no hacerles tanta edición, porque perderían la esencia de las personas o de la misma foto. Por otro lado, en los paisajes si les doy más trabajo, porque a veces cuando tomás la foto se pueden perder las nubes, entonces trato de rescatar la idea principal. También a las fotografías de contraluz les hago edición porque pueden salir azules, entonces les doy un toque un poco más cálido.
RO: Un fotógrafo generalmente tiene un ojo más detallista. Ve cosas que a una personal “normal” no nota a simple vista. Por lo que he visto en tus obras, te gustan mucho los paisajes, ¿cuál es, hasta el momento, tu favorito?
BM: Sin duda yo me quedé enamorado del mirador en los Cuchumatánes, Huehuetenango. Me impresionó igual el atardecer y amanecer. Es único – dijo Mansilla con un suspiro, mientras su café se enfriaba sobre la mesa-.
RO: Imagino que cuando fuiste creciendo dentro de la fotografía e Instagram, algunos otros artistas fueron influyendo en tu manera de enfocar tus obras. ¿Seguís los pasos de algún otro Instagramer?
BM: Cuando inicié el que más influyó fue Iván Castro. Siempre que veía sus fotografías pensaba en que yo quería conocer un poco más. Sin duda Maco Ortiz también ayudó en mi estilo y Aura Marina, fotógrafa profesional. Su trabajo ha sido realmente inspirador. Además he visto algunos artistas internacionales como Luis Valadares, un portugués que todas sus obras tienen ese toque cálido que yo busco con mi trabajo. Las fotografías de Iván que más me han inspirado son las recientes en Islandia; me veo en uno de esos lugares. Andrea Torselli también viaja mucho y sus fotos son muy inspiradoras.
RO: ¿Quién te gustaría que analizara, o viese tu obra? ¿alguno de los influyentes que ya me mencionaste o haz pensado para algún proyecto, quién podría ser un excelente curador o editor de tus obras?
BM: La creadora de la Fototeca, Clara de Tezanos. Ella obviamente conoce de la fotografía y con el desarrollo que empleó para crear la Fototeca ha sido un gran “boom”. Ella sin duda sería de las principales.
RO: ¿En algún momento haz soñado con la exposición que quisieras? Puede ser próxima o la ideal, la perfecta.
BM: Creo que el sueño que siempre he tenido es elaborar la lotería en fotografías, dándole un estilo propio y podría ser en la Cooperación Española, me gusta el ambiente que tiene el Lux. Sería uno y el otro con Rozas Botrán. Me gustaría tener una alianza con ellos y exponer.
RO: ¿Qué se puede esperar de Beto Mayen? Tomando en cuenta que Instagram es tu plataforma, ¿cómo gestionas proyectos o en qué andás?
BM: No estoy enfocado ahorita en ningún proyecto a corto plazo. Justo en estos días me confirmaron que seré parte de un proyecto el otro año junto a varios diseñadores, ilustradores y un fotógrafo más. La verdad es bonito que le elijan sin que tu apliques a esa plaza. No daré detalles aún porque no me lo he terminado de creer, pero es algo grande.
RO: ¿Qué significa la fotografía para ti? ¿Es tu válvula de escape, una tarea obligatoria para reducir el estrés? ¿Una práctica que como parte de tu día a día se convirtió en parte de la rutina?
BM: Definitivamente no es una tarea. Es algo que me inspira. Me retira de mi zona de confort. Tu sabes que con el trabajo entre semana uno se estresa, pero con la foto logro tranquilidad, es algo que me pone alegre, en buen ritmo y eso me inspira incluso a hacer otras cosas que se integran con el diseño.
RO: ¿Cómo la fotografía ha hecho de Beto Mayen o Luis Mansilla una mejor persona?
BM: Uyy ¡claro que si! La fotografía me ha llevado a socializar mucho más. Yo era penoso, me costaba entablar una conversación con alguien, pero a través de la foto he logrado conocer a muchas personas y he tenido más comunicación con el mundo.
RO: ¿Cómo evaluarías tu crecimiento? Sin duda la práctica te ha llevado a una mejor técnica, a una mejor fotografía.
BM: Ha sido de mucho cambio. Al comparar las fotografías de hace tiempo a las de ahora, si he visto cambios significativos. Antes no valían nada porque no sentía algún significado. Eso me sucedió el año pasado. Como dos semanas antes del Festival de Antigua tenía en mente los reflejos en la calle del arco. Tuve la armonía y fui a buscar a las niñas de vencen pulseras; fui a esa calle y encontré a quien yo quería. Le pregunté si podía tomarle una foto, la acerqué y la acomodé. No quería que saliera el arco, quería su reflejo y así tomé la fotografía. Se llamaron “Reflejos de Inocencia”. A raíz de eso trato de ir a todos los lugares y encontrar la esencia y no buscar la típica foto de la casita, por ejemplo. Ir más allá.
RO: ¿Qué es lo que más te gusta fotografiar? ¿Con qué tipo de fotografía te sentís más completo?
BM: -Pensó por un momento- Los retratos. No es que con algún retrato vaya a decir que me retiro, sino que creo que cada vez que tomas algo, te inspira a superarlo.
RO: ¿Cuál es tu mayor miedo? ¿Existen temores con relación a la fotografía que haces?
BM: Si. Sentir el fracaso. Dentro del mundo de la fotografía mi miedo es que alguien la rechace. Que no quedés satisfecho con el trabajo; y la verdad eso aplica no solamente a la fotografía, sino además al diseño. No podes entregarle algo incompleto o mal hecho a un cliente. Debe ser un buen trabajo y eso a veces causa temor, que para ti sea algo bueno y para los demás no.
RO: Tu te has dedicado al diseño editorial. Revistas, libros, afiches y demás. ¿Cuál es tu libro favorito?
BM: Creo que uno que se realizó en la agencia, que se llamaba Chiviri Cuarta. Más que el nombre me atrajo mucho el contenido porque eran pequeos poemas que te llevaban a cierta problemática social.
RO: Hablando de las problemáticas sociales, ¿te gusta reflejarlas en tus fotografías o crees que son dos líneas completamente distintas? ¿Se apegan a lo que querés transmitir?
BM: Si, cuando voy a distintos lugares me gusta percatarme de las miradas, aunque por otro lado si me da temor al publicarlas porque siempre están los comentarios desmotivadores, que te bajan de la nube.
RO: Imagino que tenés muchas fotografías sin publicar. ¿Por qué un fotógrafo deja algunas obras en un cajón? ¿por qué si las toma, las deja en privado?
BM: Si tengo varias, retratos en distintos entornos. Hay fotografías en donde están haciendo gestos no adecuados o encubriendo ciertas cosas y por eso no las publico. Además no son parte de mi estilo. Por ejemplo, tengo fotografías de las señoritas de La Línea, pero las hice por una tarea, no por el gusto propio.
RO: ¿Qué parte de ti se desprende en cada fotografía? ¿Qué podemos conocer de Beto Mayen cuando observamos sus fotografías? Y por otro lado, tu sos una persona tímida pero ¿crees que a través de tus fotos, sale algún tipo de alterego? ¿Un Beto atrevido?
BM: La simplicidad y la rapidez. Muchas veces utilizo pocos elementos para hacer una fotografía. No me complico. He aprendido que analizar tu entorno antes de tomar la fotografía hace que logres en un solo click, reflejar lo que querías y si –rió- en las fotografías no soy tan tímido. Hay muchas cosas en las que me tuve que aventurar, hacer cosas atrevidas.
Luis Alberto Mansilla Mayen es de aquellos que aún se ilusiona con el futuro. Seguro es porque sabe lo mucho que le espera. La fotografía dejará una historia a lo largo de su vida y espero que poco a poco la película sea más extensa. La fotografía sigue, no se acaba porque cada día se cuenta una nueva historia a través de las imágenes.
Fotografías cortesía del artista. Para conocer más de su trabajo, visten su Instagram.
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