Por Petunia.
Le Fabouleux Destin d’Amelie Poulain, o mejor conocida como “Amelie” es un abrazo visual y auditivo que dura 2 horas con 9 minutos (que ricos los abrazos largos y bien dados).
Es de esas películas, que puedes ver, y ver, y ver, y ver, y ver, etc…
Cada detalle parece estar hecho con mucho cariño, es una obra que llama la atención, recuerdo haberla visto cuando tenía 16 años, y desde ese momento me robó el corazón.
Uno de los temas más interesantes e importantes que la película nos presenta: “Los pequeños placeres de la vida” (Des plaisirs simples), son esos breves bloques de felicidad que construyen nuestra vida y hacen de ella un deleite vivirla.
Si ya tuvo la dicha de ver Amelie, esto le parecerá familiar, y sino inténtelo, haga este experimento, haber empiezo yo:
A mi NO me gusta:
-Cuando llueve, pero hay sol.
-Cuando una mosca vuela a la par de mi oreja.
-Cuando la gente se queda dormida con la luz prendida.
-Cuando algo queda en número impar.
A mi SI me gusta:
-Cuando las calles están vacías, sin gente.
-Comer dulces con agua pura.
-Cuando todo el cielo esta nublado.
-Cuando me despierto y hay baba en mi almohada.
Lo que me encanta de Amelie es que vive apreciando y valorando cada destello de alegría de su día a día.
La vida se basa en una sucesión de momentos, que la mayoría de ellos, ignoramos a diario, los invito a identificar y prestar atención y a guardar cada pequeño momento en el corazón, ¡ANÍMENSE!, y les aseguro que apreciarán más la vida tal y como es, vivan ese presente y gócenlo o ¿no siente bonito cuando pica el pecho cada vez que por ejemplo, respira ese olor a tierra mojada?.
🙂
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