PABLO MÉNDEZ GARZONA
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Corona en la cumbre de la Extensión,
donde se deshoja la expresión de la vida:
piedra preciosa que en tu flora reverdece
la alegría de tu gente…
Wendy Arreaga
POR: Rosario Orellana.
Continúo en mi idílico paseo por Xela; la tierra en donde cientos de artistas transitan por doquier, las calles están colmadas de verdaderas obras y su luna disfruta de la mejor velada. En esta ocasión es un artista visual que cautivó mi atención con su compromiso por dejar huella en el mundo del arte. No porque le importe ser enaltecido un millón de veces, sino porque está abriendo caminos para quienes quieren también perder los estribos.
Pablo Méndez Garzona es un joven bromista de 24 años, diseñador gráfico de profesión, graduado de la Universidad Mesoamericana de Quetzaltenango; su lugar de origen y en donde creció. Soñador por elección. Dedicado a la ilustración, fotografía y otras artes visuales. Apasionado por la arquitectura que su padre le ha inyectado y zurdo de nacimiento.
Es un amante de los libros y un poco de música. Expositor de varias ediciones del Festival Arcadia en diversas categorías como Historia del Arte, Teoría del color, Figura Humana, Expresión Gráfica, Cortometraje, Ilustración Tradicional y Retrato Digital. Seguidor de los fotógrafos Iván Castro y Benjamín Björn. Ha publicado sus obras en revistas como Revue Magazine, Revista D, calendarios y campañas publicitarias. Creativo y dispuesto a entregar hasta la última gota de sudor por impulsar nuevos proyectos.
Rosario Orellana: Veo que te desarrollas en diferentes disciplinas artísticas: ilustración, fotografía y diseño gráfico aunque todas tengan una relación íntima. ¿De dónde surge tu interés por dejarte llevar en este mundo, por involucrarte en tanto?
Pablo Méndez Garzona: Desde que era pequeño me gustaba mucho. Uno de los recuerdos más antiguos que tengo es de un día que estaba en mi silla de bebé con unos crayones rayando una hoja y de hecho mi papá tiene muchos libros sobre historia del arte y me ponía a hojearlos entonces me ponía a copiar lo que veía. Me gustaba mucho la pintura de los egipcios y me ponía a hacer mis dibujos. Me gustaba también a copiar jeroglíficos mayas. Siempre me ha influenciado el arte de distintas formas.
En el colegio era el típico niño que dibujaba todo el tiempo, el que hacía caricaturas de mis maestros y compañeros. Otra cosa que me gustaba mucho de pequeño era escribir cuentos, historias, fantasía y luego me ponía a ilustrarlos. Cualquier viaje que hacía me servía para hacer grandes cosas: historias, cuentos, ilustraciones, hasta que llegué a la Universidad y lo que más me llamó fue diseño gráfico porque involucraba dibujo, fotografía y en general el arte.
RO: Me comentaste que tu papá tenía muchos libros de historia del arte y que él ha tenido mucha influencia en tu qué hacer. ¿Él también se desarrolla en el mundo artístico o alguien más de tu familia, que te haya impulsado?
PMG: Si. Mi papá es arquitecto y acuarelista. Además mi bisabuelo de parte de mi mamá era calígrafo, daba clases de artes plásticas, escribió varios libros y han sido dos influencias muy grandes. Mi prima canta ópera, otra escribe. Hay varias personas que influyen. Viene en la sangre – suspiró el artista-.
RO: ¿Cómo es tu rutina? ¿trabajas actualmente con alguna agencia, por separado, como free lance? O simplemente dejas que el trabajo vaya fluyendo. ¿En qué momento cambió esa rutina para dedicarte de lleno a esto?
PMG: Fijate que actualmente doy clases de dibujo, diseño y fotografía en un colegio, pero si he trabajado para algunas agencias, he vendido fotos o por ejemplo para algunos clientes he hecho fotografías de bodas pero más que todo me gusta hacer proyectos personales, que surgen de la imaginación y que puedo hacerlos libremente. Por otro lado, desde que salí del colegio hice prácticas en un estudio de diseño gráfico y ahí fue cuando me empezó a gustar todo lo relacionado al diseño, pero a esto me dedique de lleno al salir de la universidad porque mientras estudiaba habían muchas tareas y trabajos, por lo que me daba poco tiempo para desarrollar proyectos. Ahí fue cuando dije que era mi rollo y claro a abrirme campo.
RO: De tantas disciplinas, ¿por qué la ilustración? ¿Hubo algún romance especial con el diseño? ¿qué te atrajo o por qué decidiste involucrarte en este tipo de artes? Tomando en cuenta que tu influencia venía de la arquitectura ¿influyó en qué tipo de obras querías crear?
PMG: Fijate que intenté con la música y la literatura, pero no sentía que me llenara aunque si lo disfruto. ¿Cómo te lo explico? Me gusta mucho lo visual, lo estético…desde pequeño me gustaba dibujar antes que cualquier cosa. Yo tenía una camarita de rollo y le tomaba fotos a mis juguetes y cuando estaba en el colegio, un par de años me llevó a exposiciones y yo decía a mí me gustaría dibujar como ellos o tomar este tipo de fotos o qué bonito, como trabajan la ilustración. Fueron los últimos dos años de colegio en donde dije que eso quería estudiar. En algún momento me sentí atraído también por estudiar psicología pero al final creo que la decisión más acertada que pude tomar fue estudiar lo que más me gusta, que es el arte.
RO: Antes de ingresar a la carrera universitaria, ¿recibiste clases para perfeccionar tu técnica en el dibujo o la fotografía? Estando en el colegio ¿te involucraste a cursos o algo que sellaron ese proceso de aprendizaje como artista?
PMG: Para unas vacaciones como en quinto primaria y mi papá organizó un curso de pintura al óleo. Me metí a las clases para aprender, pero adicional a eso no. Solo las de la universidad que servían para practicar técnicas. Después de la U desee hacer algo más mío, no trabajos que pedían y eso, pero no –río- para nada.
RO: Actualmente ¿estás trabajando en algún proyecto nuevo? ¿Tenés planes para exponer próximamente?
PMG: Si, estoy desarrollando varios. El primero son mis retratos fotográficos. Estoy haciendo algo más conceptual, una idea a cada retrato y por cada uno, expresar una idea más profunda. De ahí, en el extranjero ir a exponer a otros países. Los realizo paralelamente.
RO: Estos proyectos, esas ideas que trabajas ¿de dónde surgen? Muchos me han comentado que la música influye, otros de lo que ven pero en tu caso ¿cómo inicia ese proceso creativo para preparar y llevar a cabo una obra?
PMG: Bueno, eso si es difícil de decir –dijo mientras reía-. Quizás muchas surgen de conversaciones y a veces de ver imágenes. Yo veo una imagen e inmediatamente la relaciono con conversaciones o también de ver el trabajo de otras personas que han hecho grandes cosas. Realmente me inspira el arte de otras épocas, veo muchos ejemplos de arquitectura o escultura y ahí surge ese clic y vienen a mi mente muchas ideas.
RO: Veo que tus obras tienen muchos detalles, son muy cálidas. Tus ilustraciones son muy realistas, muy apegadas a lo que imagino, estás viendo o conoces. Siento que tienen algo muy especial. ¿Las catalogarías en algún estilo en especial? ¿las encasillas? O ¿cómo podríamos definir tu estilo? Tenés fotos de rostros, paisajes, otras más simbólicas…
PMG: No me gustan las etiquetas. Clasificar lo siento muy difícil pero si me gusta dedicarme a retratos e ilustraciones. Me gusta mucho fotografía para documentar mis viajes. No lo hago como parte de mi portafolio, sino como un sketchbook público y es como estar compartiendo todo el tiempo lo que veo. Después muchas fotografías terminan convirtiéndose a ilustraciones o viceversa. Los colores cálidos son mi sello personal. En la universidad fue un problema, te cuento, porque mi maestro decía que usaba demasiados colores cálidos y que tenía que buscar los colores reales y me encapriche. Hace unos tres años comencé a trabajar filtros más antiguos y mucho ruido a las fotografías de retratos. Esos han sido mis sellos.
RO: ¿Qué haces con esas fotografías o ilustraciones? ¿tardas mucho tiempo en perfeccionarlas? ¿te gusta que sean instantáneas? ¿Haces toda esa post producción luego de tener tu obra “en borrador”?
PMG: Fijate que si soy demasiado perfeccionista. Si tengo que repetir un dibujo 500 veces, lo repito hasta que quede como yo lo tengo en la mente. Si he tratado de dejarlo más espontáneo, pero casi siempre vuelve el fantasma de la perfección para decirme que la tengo que volver a hacer.
RO: Me comentaste que te gusta documentar tus viajes. ¿Qué viajes has hecho? ¿Hay algún viaje que te haya marcado más? ¿Cómo ha sido esa experiencia fuera de la zona de confort?
PMG: -Rió a carcajadas- Cada viaje me ha hecho aprender mucho, la verdad. Creo que el mejor y que tengo rápido en la mente fue en Roma, Italia que me perdí del grupo con el que iba y no tenía dinero para comprar mapa o internet para ubicarme y dije, me voy a ir a tomar fotos. Era de noche y en lo que encontraba la estación del tren, comencé a tomar fotos. De ahí me quedó una lección, quién nunca se pierde, de todo se pierde y si me hubiera ido con el resto, me pierdo seguro una experiencia muy bonita, en una ciudad que es un museo. Es toda una aventura, descubriendo cómo regresar al hotel, sin duda fue uno de los momentos más inspiradores que he tenido. Además he estado en Madrid, Israel, México en la frontera casi y este año quisiera ir un poco más lejos o incluso Latinoamérica.
RO: Compartime un poco de tus exposiciones. Arcadia ha sido una plataforma importante para ti, pero ¿qué otras muestras has tenido?
PMG: En Xela formo parte de un colectivo de artistas visuales. Se llama Aurum. Entonces con ellos hay varios que se graduaron de artes plásticas, hay ilustrador digital muy bueno y entre los 7 hemos ido consiguiendo exposiciones. Pronto iremos a Chichicastenango, hemos expuesto en varias galerías de Xela y personalmente lo he hecho en Instagram, páginas que no son mías; revistas incluso de Italia y estoy trabajando con una revista de suroccidente y otras fotografías han sido publicadas en Revista D, de Prensa Libre.
RO: ¿Cuál es tu proyección? ¿A qué querés llegar con tus obras? ¿Cómo te ves más adelante? ¿cómo algún artista en especial?
PMG: Uff, hay muchas cosas. Me gustaría crear una ciudad donde la gente pueda llegar a inspirarse, diseñada para gente que busque inspiración. Me gustaría que esa ciudad sostuviera a una escuela de arte para todo el país y con escasos recursos. Donde artistas de todo el mundo puedan llegar a tomarse unas vacaciones, que tuviera juegos, mucho arte, museos, cafeterías y que se pueda crear una obra más creativa. Me gustaría hacer tantas cosas en la vida pero todo orientado a desarrollar la creativa y ese niño interior que todos tenemos dentro. Ahorita tengo un proyecto de unas instalaciones de juegos para adultos, entonces he hablado con algunas personas para encaminar algunas ideas locas y estoy pensando en irme al extranjero para enriquecerlas y presentarlas de una mejor manera.
RO: ¿Crees que seguís los pasos de algún artista en especial? ¿Alguien con quien hayas compartido, artista nacional o internacional?
PMG: Si, me inspira mucho el trabajo de Súa Agapé, también el de mis colegas del colectivo, me inspiro mucho también con el trabajo de varios pintores como González Goyri, mucho lo arquitectónico. También las ilustraciones de Piñatha, También de Jaime Mastranzo, mexicano. También el fotógrafo Jorge Ortiz e internacionales está Emily Soto y muchísimos más. Mercedes Schoenfeld y la lista es larguísima. Además me gusta viajar, escalar volcanes, reunirme con mis amigos, gente que me aporta muchísimo y salir a caminar.
RO: Se lo he preguntado a muchos, pero no he logrado llegar a una conclusión, pero quiero saber ¿qué tiene Xela? ¿por qué crees que tiene tantos artistas, o que el arte fluye en cada esquina, en cada casa, en cada rincón?
PMG: Sería difícil de decir pero tal vez es porque aquí hay varias escuelas de arte, de dibujo, pintura, música. Hay carreras universitarias o incuso cafeterías que promueven el arte. Los lugares de acá tienden a inspirar mucho a los artistas. Siento que también enriquece que hay muchas personas de otros departamentos. Eso ayuda mucho a la creación artística.
RO: Tú ¿cómo harías más fuerte cualquier movimiento artístico? ¿cómo promoverías el arte? Tomando en cuenta tu experiencia y cómo te gustaría que fueran las cosas.
PMG: Cuando la gente dice que no hay campo para algo, hay que abrirlo. El trabajo de uno tendría que hablar por todas aquellas personas que desean salir adelante. Muchas personas tienen talento pero se dejan guiar por la seguridad laboral o porque estudiando otra cosa tendrán un trabajo asegurado. Yo siento que lo que hay que hacer se trata de hacer lo que a uno le guste, con disciplina, leer mucho. No basta con ser artista y ser talentoso, hay que prepararse. También uno va teniendo oportunidades y la misma obra, al menos yo trato, de reflejar experiencias. Que se acerquen a sus sueños, que no tengan miedo de la incertidumbre. Uno debe enfocarse en lo que quiere hacer. Botar estereotipos, cambiar paradigmas. Ayudarnos entre todos, en lugar de ponernos zancadilla. Mi familia lo primero que me dijo es que en esto no hay campo, ellos están interesado en mi bienestar pero yo me mentalice que si no hay, debo abrir campo. Con amigos hemos organizado talleres de fotografía, aunque cueste.
Hace como dos años comencé a trabajar en un call center y todo ese tiempo comencé con estas ideas de que no se trata solo de la seguridad o estabilidad laboral, sino se trata de ser feliz haciendo lo que uno ama. Yo lo digo porque en mi experiencia, cuando me salí de ahí comencé a hacer arte. Yo siento que lo primero que e debe hacer es mostrar el trabajo, aunque a uno no le guste o sea un boceto, es muy importante publicar todo el tiempo y así es como uno genera contenidos y luego te buscan.
Pablo es una persona con muchas facetas. Su música preferida es el Indie aunque también disfruta del Country, Jazz, música en español y en otros idiomas como francés, italiano y en fin…tiene un amplio repertorio como fuente de inspiración para una nueva obra.
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