Por allá en el 2012 cuando esQuisses recién empezaba algunos de nosotros vimos a Humus Fuga en el entonces llamado Ex(Céntrico) de la zona 1. Queda corto decir que estos tres rompieron el bar. Después de una sencilla lectura de poesía y con no más de quince personas como público, Humus tocó como si estuviera en una arena de cientos. El sonido de la banda, su entrega y ejecución es explosiva fue imbatible, fue tremenda. Me alegra mucho que estén por estrenar su disco debut.
Tiempo después también rompieron el teatro al aire libre para el ZOM de ese año, y así cada toque que he visto de esta bandona es un cataclismo rítmico. Al tiempo, finalmente, logramos grabarlos para nuestras sesiones y me siguieron impresionando con su exactitud milimétrica, con la sincronía de sus miembros y sobre todo, y por todas las cosas, el poder de su propuesta.
El acid rock/hard rock/funk/punk de la banda la ubica entre mis favoritas, no solo guatemaltecas. Ahora, a días de la presentación oficial de su primer disco, Laniakea que llevo varios meses escuchando, me atrevo a decir que es un disco único dentro del rock chapín, una explosión histórica. Humus es la banda de hard rock instrumental que me hacía falta escuchar.
Si bien la verdadera experiencia de escuchar a Humus es verlos improvisar y deslizarse con fuerza en el escenario, el disco sigue siendo una joya de la improvisación, sincronía, coherencia, diversidad y también una digna muestra actitud desafiante de la banda. Pocas veces he visto tal química en una banda que como en Humus Fuga.
La Rapsodia de Maxwell es un viaje caótico, Fosfenos es una ópera del hard rock, con escenas, crescendos, diálogos melódicos, y un épico final; Neblina es una explosión multipolar. La nostalgia y congoja de Petricor le añade fragilidad al disco también. Hasta Funky Rocks, con su estructura fracturada y con trazos un-metal, no deja de aportar dinamismo a un disco meramente de hard rock. Y así, todas las rolas del disco son una delicia explosiva.
Pero no todo el disco es ruido. Las canciones se estiran y encogen también, los interludios melódicos vistos en Fosfenos o la base de Neblina añaden profundidad a las canciones de la banda. Humus Fuga en su Laniakea tiene una narrativa musical casi sci-fi, ácida, épica y triunfal, con rolonas para guiar una revolución. Con cambios casi cinemáticos pero sin perder la potencia. Estas canciones prometen una destrucción bien orquestrada, tan demoledora como fina y melódica.
Da gusto además notar que el protagonismo es compartido; cada instrumento le aporta solidez al momento de empujar la canción y personalidad propia cuando hay que liderar.
Algo así como si Hendrix, Omar Rodríguez-López, Tim Commerford, Flea y Travis Barker hicieran un disco, el Laniakea está lleno de acidez, bajos cacheteados y baterías crocantes. Lanieakera es temblor sonoro, un ciclón rítmico; un tremendo caos controlado, un cataclismo sinfónico que solo puede ser expandido viendo a la banda en vivo. ¡Vayan pues a romper la Alianza, Humus y ustedes, querido público, a ver la destrucción melódica de esta supernova!
Links
http://www.esquisses.net/2015/05/humus-fuga/
https://humusfuga.bandcamp.com/releases
https://www.facebook.com/humusfuga/
qUE BUENA ONDA!!!! NUNCA ME HABIA DIVERTIDO ASI!!!!!!!