Los tiempos cambian. La tecnología se ha hecho parte fundamental para nuestro día a día y ahora para muchos se ha convertido también en una herramienta de trabajo. Para Camilo Almaraz, se transformado en el pincel de su obra. En la base de su última exposición.
Por: Rosario Orellana
Positivo/Negativo es una exposición que está en Galería El Attico, zona 14 desde inicios de este mes. Cuando recibí la invitación para ir a este lugar, me llamó la atención. Se ha vuelto un clásico para mí platicar con los protagonistas de varias de las muestras que quedan en este lugar, que a mí criterio se ha enfocado en difundir a grandes exponentes de las distintas plásticas. Ahora me llevé una mayor sorpresa.
Cuando Carlos Pellecer me recibió en la puerta de la galería, inmediatamente me llevó una Tablet. ¿Para qué querría yo una Tablet si hablaría con un artista y vería sus obras? Lo que me esperaba era algo completamente diferente a lo que he visto siempre. Una aplicación que se hizo parte de mi ojo, y con ello logré ver cada cuadro en la pared con una perspectiva diferente, lo que al final se busca con las obras.
Los primeros pasos
Con un poco de nervios, observando la pared y moviendo muchos sus pies, comenzamos la charla con Camilo Almaraz. Estaba vestido con camisa negra, pantalón de lona y un par de botas que acompañaban el look. Nos presentaron y de una vez comencé a bombardearlo con preguntas. Eso si, me tomé la delicadeza de felicitarlo sinceramente por el buen trabajo que estaba viendo. “La idea comenzó hace 2 años, era alumno de la Escuela Nacional Artes Plásticas (ENAP) en ese entonces y mi maestro me dejaba mucho retrato académico, como estudio” y ahí comenzó la aventura que hoy lo llevaría a acaparar la atención de los medios.
Pero no fue su destreza en la definición de las líneas en un rostro lo que lo llevaron a este nueva muestra, sino su inquietud por lo nuevo. “Trasteando en photoshop y programas de diseño y me puse a invertir fotos, a mezclar colores y me topé con el filtro que me encantó” compartió el joven mientras yo me encargaba de dar el toque viendo sus imágenes.
La galería estaba silencia, pero siempre acogedora y cómoda para quienes nos damos gusto de asistir y disfrutar de este tipo de lugares. “Hice mi primera prueba con una foto que me dejó el maestro de tarea, la invertí y descubrí una paleta de colores totalmente diferente y con el celular viendo cómo quedaban y así fue como vine acá – haciendo referencia a El Attico- y les encantó la idea” agregó el artista de corta edad y con grandes aspiraciones.
Últimamente he tenido la dicha de compartir con varios tipos de artistas. Músicos, quienes dibujan o algunos actores y actrices pero siempre me llama la atención un tema: sin importar la edad, quienes se relacionan con este mundo tan apasionante, jamás pierden la inquietud de un niño, o la adrenalina por las emociones que pueden crear nuevas obras. Todo lo que llena y alimenta el alma.
“La obra no trata solo en un estudio académico, sino trata de una temática nueva que viene del uso del teléfono, de la Tablet…de algo que tenemos todos a la mano y que el espectador vea todo diferente” explicó Camilo.
No tengo en mente algún otro artista que se haya animado a realizar un experimento de este tipo. Busqué en internet y me aparecieron un sin fin de cosas, menos lo que yo estaba buscando. Puedo comenzar a creer que el corazón de niño que tiene Camilo, le permitió ser ahora un referente de este tipo de disciplina. Un estilo vanguardista, buscando la innovación, sin dejar un fundamento histórico y con bases sólidas.
“Todo el trabajo es mío. Desde las fotografías que les tomo a mis modelos o amigas, personas de la escuela o que han colaborado conmigo, hasta los colores y todo lo demás” comentó Almaraz. “Llevó un proceso madurar la obra” sentenció mientras en su mejilla izquierda se formaba un camanance. “Eran manchas, expresiones, letras y aparte el rostro negativo que tiene mucho énfasis en el color y conocimientos de fibra humana y retrato que es lo que me encanta” argumentó sin necesidad Camilo.
Camilo Almaraz ¿quién es?
Es un estudiante de arte desde el año 2012. Este año salió de la Escuela. Siempre acaparado por el arte, por la figura humana. Lo que inició como una entretención improvisada por parte de la mamá, mientras trabajaba, se convirtió en una de las máximas pasiones del ahora artista. “En la primaria me elegían para hacer los carteles, para las exposiciones sentía un gusto por el arte y colores y en el 2012 dije es ahora o nunca” comentó Almaraz, que por cierto ya se escuchaba más cómodo con la charla. Los nervios ya no eran parte del discurso, pero si de lo que su cuerpo demostraba. No se quedaba quieto. Intentó en varias ocasiones tranquilizarse pero eran únicamente intentos fallidos.
Fascinado con las Fuentes Georginas y el ambiente de Quetzaltenango. Hermano de otros dos artistas, enfocados al área digital (animadores 3D).
Visionario y experimentado. Aunque esta es su primera exposición, Camilo ha participado en varios colectivos, entre ellos recordó su muestra en G&T de la zona 9, este mismo año, así como una exposición en la Embajada de Costa Rica. Lo que más llamó mi atención es una muestra que realizó en Roma, Italia.
Camilo comentó que a través de Brenda Estrada Abril logró abrirse las puertas fuera de nuestras fronteras. “Me da gusto que la obra se esté dando a conocer en otros países” dijo con orgullo, pero sin separar los pies de la tierra.
“Mi obra relata en lo expresivo y en lo figurativo” recalcó Camilo, quien ahora ya se ha convertido en un conviviente del arte. Enloquecido por el retrato y la figura humana.
Con tan solo 24 años, ha demostrado una vez más que la edad no es un factor influyente en las destrezas de algún ser humano que sabe cómo expresarse y cómo llamar la atención de críticos y aficionados. Desde pequeño ha sido deseoso de triunfar en este mundo y con objetivos claros.
“Siempre supe que quería ser artista, conocer a varios de los que exponen en esta y otras galerías. Eso me ha hecho crecer mucho. Pregunto mucho a los maestros cómo ha sido su trayectoria. Creo que eso realmente lo inspira a uno” dijo el autor de una de las obras más creativas que he visto en mi vida.
Esta técnica, Camilo la encontró y desarrolló experimentando y “shuteando” por el mundo digital pero ha sido Manolo Gallardo quién más ha influido en esta nueva historia. “El ha sido mi maestro en el retrato y figura humana. Además he admirado siempre al maestro Ernesto Besh. Estuve con él en su estudio por dos años. Hugo Saravia también, que es parte de la Escuela…”rememoró Camilo, mientras que daba un buen listado de quienes han sido parte fundamental de su crecimiento.
Actualmente no solamente es aficionado al arte, sino además de la bicicleta. “Ella me lleva, me trae. Me gusta viajar y de hecho lo estoy haciendo una vez al mes a algún departamento por que no todo es capital. Es para despejarme” relató el joven, dándome carita. Yo le conté que era uno de mis objetivos para el año y solo puedo dejarlo en puntos suspensivos y decir que espero un año más relajado en 2016.
De lo bueno, en el arte, mucho…
La exposición está hecha. Ustedes la pueden visitar en el Salón del Coleccionista hasta el próximo 31 de octubre. De corazón les digo: NO SE LA PUEDEN PERDER. Aprovechen estos días, vayan, conozcan y disfruten de una nueva experiencia.
Camilo está claro que el reto no acaba en esto. Pasó de ser empleado como “bodeguero y vendedor” hasta ser reconocido en diferentes espacios que difunden nombres de verdaderos artistas. Tuvo la oportunidad de ahorrar y poder pagar sus clases de arte. Con esto saber valorar el proceso. Sin duda, amoríos con su material y con lo que de hoy en adelante le permitirá invertir y ganar de su trabajo artístico.
Actualmente Camilo tiene un “Colectivo” en la zona 1 capitalina (si, así se llama su estudio…) en donde pasa mucho tiempo trabajando, creando e inspirándose. “Pensamos inaugurar en diciembre de este año. Está en un barrio muy bonito y ahí me mantengo desde hace 2 meses. Vivo en Villa Nueva, entonces ahí se me han facilitado las cosas y siempre ando con una hoja metida en la mochila” dijo el artista con una risa pícara. Como de un niño travieso que sabe que se saldrá con la suya.
“Todo este proceso fue de prueba y error, hojas rotas, lágrimas, sudor. Si una cosa no sale hay que seguir intentando” es el mensaje que dejó Camilo a quienes aún no han tenido la gallardía de buscar un espacio en este mundito que aún puede ser explorado por millones de creativos.
Cuando finalizamos la charla, inmediatamente Camilo me ayudó y explicó algunas de las obras que tiene expuestas en aquellas paredes pintadas completamente de negro. Me hizo la observación sobre los cuadros de cara, finamente relacionados con los negativos de las fotografías. Todo un material creado por alguien que sin duda tiene un futuro eterno.
Cuando salí de la galería me reuní con Pamela Gracia. Ella ha sido parte de varias exposiciones fotográficas en nuestro país, especialmente en Quetzaltenango y Sololá. Se ha dedicado a reinventar el arte con una cámara pero ella misma me buscó para saber si había ido a ver la exposición de Almaraz. Ella ha sido una clara muestra del apoyo que sí existe hacia el mundo artístico. Actualmente tiene 16 años de dedicarse a este mundo y de vivir de ello.
“Recibí la invitación por parte de un amigo que justo estudia en la ENAP. Él la verdad no se cómo se enteró pero fui a verla. Me encantó. Es algo nuevo, tecnológico, que muchas veces es lo que le gusta a la gente. Es un rollo, entre comillas, random pero que lleva a muchos a enamorarse del arte” fue lo primero que me comentó Pamela.
Su temática ha sido completamente diferente, pero Pamela sabe que la tecnología está pisándole los talones y que este tipo de propuestas la alientan para hacer cosas nuevas. “Tengo la impresión que muchos invertirían buen dinero en obras de este calibre. Camilo tiene buena técnica. Conoce su trabajo y seguro cuando se autocritica se ha de llevar reventadas y madreadas…eso es lo que ves reflejado en cada cuadro. Un estilo que pareciera básico, pero que termina dejando una sensación diferente y eso es justo lo que te exige el arte. No soy académica, pero él sí y es grato ver que aún los académicos mantienen la verdadera esencia de la pintura” concluyó Gracia, que por cierto también viaja de un lado a otro en bicicleta.
No cabe duda que existe un mundo paralelo que se hace cada vez más grande. En ese mundo caben artistas como Camilo, que con un ingenio de niño, logró un trabajo espectacular y un sueño para muchos que aún están en la búsqueda de la verdadera sensación que deja el arte.
Para ver más obras de Camilo, sigan este link: http://almarazarte.blogspot.com/
Comentarios: 0