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Página principal > Recomedaciones > Cine > Top 5 de opciones cinematográficas si te gustó Lost in Translation
8 septiembre, 2015  |  Por: esQuisses En: Cine, Recomedaciones

Top 5 de opciones cinematográficas si te gustó Lost in Translation

An

Por Mariana Pinto  & Joe Fuentes


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Muchas veces hace falta un buen empujón para ver un recomendación. Algún punto de partida donde una trama pueda anclarse y forma una semblanza de interés en tu consciencia de martes por la mañana. Por esa razón celebramos Lost in Translation, una película de cuyo drama romántico marcó un antes y después de millares de cinéfilos en la primera década del siglo XXI.  LIT fungirá como  plataforma para recomendar otras piezas del séptimo arte con naturaleza, tonalidad o intención similar.


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[toggle_item title=» Lost in Translation – Sofia  Coppola (2003)» active=»false»]
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AB

 

SEGÚN JOE FUENTES


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[toggle_item title=» Conversations with Other Women –  Hans Canosa (2005)» active=»false»]
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 Yo sé, yo sé “¡¿Qué diablos Joe, es Link-fucking-later?!”. Yo sé. “Le hiciste un podcast entero al chavo”. Yo sé, shamless plug, yo sé. Pero llamé a Mariana Pinto hace unos minutos y ella, siendo la musa cinéfila que es, mi hizo racionalizar mi selección de quinto lugar.

Quería escoger Before Sunset porque Lost in Translation es, en esencia, una historia de infidelidad. Ambas películas comparten esta característica: dos personajes, de sexo opuesto, se encuentran un punto de insípido de una relación, cuando mágicamente se encuentran (o reencuentran) con quien, trans conversaciones llenas de sustancia, podría parecer su alma gemela. Blah. Hay más que decir acá que sólo eso.

Conversation with Other Women ofrece un estilo de infidelidad funcional, un Before Sunset con cinismo, melancolía y protagonistas al final de sus 30s. Veo en este planteamiento lo que deseo transmitir sobre Lost in Translation, como Bob y Charlotte están conscientes de lo que están haciendo, a un nivel similar a como lo ve el Hombre y la Mujer de mi elección. Seguro, la tensión sexual no está ahí al mismo nivel, seguro la diferencia de edad entre Aaron Eckhart y Helena Bonham Carter es imperceptible y, seguro,  Conversation with Other Women pasa en un solo lugar vs. el recorrido sensorial por Tokyo que es Lost in Translation.

Con todo esto en mente, les sugiero la obra de Hans Canosa porque pone en dimensión lo significativo de las acciones y consecuencias que se toman. Donde un Before Sunset te plantea el destino como el vehículo de la relación, Conversation with Other Women y Lost in Translation se enfocan más en la reafirmación constante de escoger estar con alguien nuevo, pese a poner en riesgo la “seguridad sentimental” que se tiene. Canosa, con el guión de Gabrielle Zevin, transmite una infecciosa mirada detrás del tiempo perdido, el pasar repetino de los años y los arrepentimientos de una vida lineal, esto bajo la actuación suprema de Boham Carter y el encantador modo de Eckhart.


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[toggle_item title=»Passenger Side – Matt Bissonnette (2009)» active=»false»]
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Crea amistades, corrompe familiaridades y confunde, de manera irrefutable, aquellas nociones que un día tuvimos de la higiene personal de nuestros compañeros de viaje.  Aquellas expediciones a lo desconocido que encuentran un nicho en nuestra existencia como parte-aguas de la cotidianidad. Travesías que fungen como anclas afectivas en la relación con nuestro o nuestra copiloto.

Passenger Side es una muestra de esta dinámica. Donde pude haber escogido Away We Go, decidí recomendar un obra ligeramente más Indie y familiar. ¿Qué tiene que ver esto con Lost in Translation? Mucho, lector condescendiente, mucho.

El director, Matt Bissonnette, utiliza una combinación única de dos hermanos desiguales, una comedía oscura,  varios escenarios majestuosos y decenas personajes secundarios ocurrentes. Con esto  rescata un género trillado del séptimo arte: el reencuentro familiar. Al mando de la comedia suprema de Adam Scott (interpretando a Michel) y Joel Bissonnette (Tobey), esta recomendación se mantiene cara a cara con Lost in Translation al saciar un antojo cinéfilo por películas de roadtrips.

Para Bob y Charlotte el viaje Tokyo es una oportunidad de redescubrirse, de conocer, de dejarse ir a un vacio, juntos, a veces de la mano, y ver donde terminaba su travesía. Para Michael y Tobey, la carretera cumple un funcional similar y más interna.

A través de charlas y discusiones cómicas, ambos dúos se encuentran con una amistad que no esperaban. Se encuentran con un acompañante que los entiende, que, más allá de sus éxitos y fracasos, se interesan por el ser humano con quien viven un viaje que los marcará de forma irreversible.

Bissonnete recubre su creación con un sustancioso aderezo de altrock en la radio (con canciones clásicas de Dinosaur Jr. y Wilco) cuya presencia remarca de forma monumental las escenas sentimentales de la obra. La música de Passenger Side juega un papel tan protagónico como Too Young de Phoenix habla descaradamente de los pensamiento del personaje de Bill Murray en Lost in Translation. Si por nada más, debería darse el gusto de escuchar este soundtrack emblemático y compararlo (con escrutinio) al de Coppola.


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[toggle_item title=»Four Eyed Monsters – Susan Buice & Arin Cruml (2009)» active=»false»]
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 Uno de mis elementos favoritos de Lost in Translation es la comunicación no verbal de los personajes principales. Lo que decía el vacío de palabras muchas veces hace vibrar el aire de las intenciones latentes de los protagonistas. Four Eyed Monsters sabe capturar esa esencia.

Susan Buice y Arin Cruml rellenan el espacio de un elenco número con un sin fin de historia interior de dos personajes. Llenan el silencio con manierismos, con miradas llenas de desesperanza, con sonrisas latentes de incertidumbres. De fondo, la guitarra acurrucadora de Andrew Peterson marca un pauta especial para una trama de amor sin igual.

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Es retrato del uso de medios atípicos  de comunicación de sentimientos, es lo que hace de esta película un hito. Donde en una obra como Lost in Translation encontra una pareja sin un intercambio de cariño, (spoiler) previo al beso emblemático, Four Eye Monsters muestra una saturación de intercambios afectivos. Una explosión incontrolable de expresión artística, de relaciones humanas honestas, de animaciones colaborativas, y de, a veces, incómoda aceptación amorosa.

Frente a sociedades en constante inflexión, las parejas protagónicas de ambos filmes, tanto de Lost in Translation como de Four Eye Monsters, debe adaptarse un entorno negligente, a veces hostil y desinteresado por el bienestar de la relación. Lo único que queda en estos casos es bailar de una forma única e inconfundible, marca un paso propio y abrir terreno entre la maleza estructural de los lazos afectivos cotidianos.

Para un documental dramatizado como mi tercera selección esta semana, esto implica redefinir la predecible linealidad fílmica de la comedia romántica. Four Eye Monsters funciona de la mano con una película como Submarine, un expresión del amor entre parias del esquema social posmoderno.


 

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[toggle_item title=»Frances Ha – Noah Baumbach (2012)» active=»false»]
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 Heme aquí, casi un año más tarde, recomendando la octava pieza de cinematográfica de la mente privilegiada de Noam Baumbach. En este director encuentro una incomodad, algo que me hace odiarlo y amarlo en igual medidas. Hay en él una forma de comportarse, una dicción distinguida y un “acento fílmico” (si me lo permiten) que raspa con las nociones mismas de una película innocua.

Noah Baumbach es como un Lars Von Trier, menos las escenas brutalmente gráficas de sexo y los animales hablando en el fin del mundo. En lugar de estos artilugios tétricos, Baumbach se vale de las inseguridades latentes de todo joven adulto entre 16 y 35 años. Ataca con precisión en puntos debilidades (y carnosos) de nuestro éxito personal, jamás disculpándose por el daño que ha hecho. Quiero mi disculpa Noah. Lo antes, mejor.

Digo todo esto como preámbulo a Frances Ha. Verán, Frances, nuestra protagonista fatídica, personifica una generación entera de jóvenes a la deriva. Licenciados, magísteres y desertores de la academia, todos frente a un mundo adulto que nunca llegamos a entender del todo. Y Frances nos hace justicia de una forma sin igual.

Siempre vi a Frances como una posible buen amiga de Charlotte, el personaje de Scarlett Johansson en Lost in Translation. Veo a ambas discutiendo, frente a un café, la inutilidad sexual de parejas pasadas, el estado actual de la escueta oferta laboral y la futilidad de una vida lineal (Colegio – universidad- noviazgo – matrimonio- hijos) en pleno siglo XXI. Me atrevo a decir esto gracias a la laboriosidad de Baumbach y Coppolla en el desarrollo de personajes femeninos fehacientes. Mujeres con las que me he encontrado antes en cafés, mujeres que un día me rompieron el corazón, mujeres que patean en las testis el molde idealizado de Hollywood clásico.

Baumbach  remarca su creación con un estilo de narrativa similar a Lost in Translation, basado en interacciones humanas esporádicas, casuales y, por ende, significativas. Ahora bien, lo hace a su manera. El uso de blanco y negro, la música incidental en escena, el retrato de la búsqueda de sentido al final de los 20s, hacen de Frances Ha un fruto inesperado del árbol colorido que es el cine contemporáneo.


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[toggle_item title=»Quiet City – Aaron Katz (2007)» active=»false»]
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 Una pausa, silenciosa y metódica que expresa algo imposible de trasladar a diálogo. Con cuatro extremidades, facciones de rostro y genial fotografía escenográfica, los artistas del mumblecore evocan profundidad e intencionalidad fehaciente al séptimo arte.

Quiet City es una celebración a este silencio. Es una manifestación de trama ligera, es un enfoque refrescante como cuando en 2003 salió la segunda película de Sofía Coppola. Lean esta breve descripción de la trama y díganme si no les suena a Lost in Translation; Un chica (Jaime) llega a una ciudad nueva (Brooklyn) con un propósito incierto (reunirse con una amiga), en el camino conoce a un chico (Charlie) con quien explora este lugar desconocido.  La base (y en partes, el tono) es muy similar, la ejecución y detalles, por otro lado, discrepan mucho.

El tercer largometraje de Aaron Katz es una muestra de como el uso de tomas largas y diálogos cotidianos muchas veces ofrecen más sustento que  grandes piezas de acción. Quiet City, por otro lado, no es para todos. Donde encontramos un Lost in Translation dispuesto a abrazar a todo joven adulto alternativo, Quiet City se encara una realidad precisa, honesta y, si soy honesto, a veces escueta para novatos en el género.

Habiendo hecho esta salvedad, la actuación resplandeciente de Erin Fisher y Cris Lankenau mantienen tu atención pese a la falta de acción cada 5 minutos. La propuesta fílmica modesta resulta en una alternativa más creíble de la interacción entre dos seres humanos, atados por curiosidad común por un lugar nuevo, puesto en escena bajo el cuidadoso velo de la comedia romántica.


An

SEGÚN MARIANA PINTO


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[toggle_item title=»Mammoth – Lukas Moodysson (2009)» active=»false»]
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Si tuviera que describir Mammoth en una oración, sería algo así: trama intercultural innecesariamente caótica, pero sumamente atractiva. Este largometraje de Moodysson (director de las comedias Fuckin Amal y Junto) se aleja del optimismo y presenta un aplaudible drama lleno de culturas, músicas y personajes únicos. Así es, tres elementos que también reinan en la película que empleamos de referente este día.    

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En este caso también hay una rubia, la melancólica Michelle Williams, está casada con Gael García Bernal y tiene una hija, que es cuidada por una mujer asiática. A través de un formato multi-historia se nos permite conocer diferentes realidades, traducidas en infinidad de ambientes que van desde hoteles y hospitales, hasta discotecas y cabañas perdidas en Bali. Pero aquí no se gesta el romance, sino que se destruye.

Entonces, ¿por qué la postulo? Básicamente, porque consigue transmitir momentos cercanos, humanos y llenos de interacción natural, rodeado de rincones tan desconocidos como los barrios de Tokio, pero en otra locación geográfica. Y aunque falte el sarcasmo de Murray, denle una oportunidad.


 

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[toggle_item title=»Last night – Massy Tadjedin (2010)» active=»false»]
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A mi criterio, forma parte de este segmento de películas que “podrías no ver y seguir viviendo tu vida en relativa calma”, pero (si, aquí va el necesario “pero”) ofrece una historia cotidiana que te mantiene entretenido y creo que va muy de la mano con este elemento de romance no ideal. Déjenme explicarles por qué.

El relato audiovisual cuenta la historia de un matrimonio (Keira Knightley y Sam Worthington) que se separan por una noche (de ahí el título sugestivo). En este periodo de tiempo, ambos se ven en la posibilidad de explorar una faceta dormida, un deseo por dejarse llevar y ver qué pasa. El resultado es un recorrido por calles nocturnas, invitaciones a reuniones bohemias, encuentros cercanos con viejos amigos y redescubrimientos de identidades, oxigenadas por sentimientos,

Si bien el enfoque de esta película es más de affairs prohibidos, tal vez Last night pueda combinar bien con LIT por su narrativa íntima. Cada escena se toma su tiempo para mostrarnos detalles interesantes, nos avisa que detrás de cada acción hay un pasado y nos invita a no quedarnos con lo evidente.


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[toggle_item title=»Annie Hall – Woody Allen(1977)» active=»false»]
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Porque las películas del siglo pasado también merecen tener una representante, postulo a Annie Hall, uno de los filmes pioneros de la comedia romántica. Más que tratar de hacer cazar los detalles entre ambas propuestas cinematográficas, se me antojó postularla en esa lista porque es algo que yo vería antes o después de Lost in Translation, por el simple capricho consumir otro material audiovisual inteligente y realista, llevado a la acción por dos polos opuestos: Diane Keaton y Woody Allen. Contra todo pronóstico, se encuentran, se conocen y se divierten juntos. No hay más explicación para su nada idealizada relación, que sobrevive a base de instantes simbólicos.

El otro gran plus es que tiene un guión intelectual, que aunque avanza con mayor rapidez que las conversaciones entre Scarlett y Bill, conserva un tono filosófico que  da peso a cada oración. Y a diferencia de Coppola, que sitúa a sus tórtolos en una burbuja espacial fuera de su hogar, Allen viene a mostrar esa otra parte de qué pasaría si ellos tuvieran que coexistir en el día a día, en una misma ciudad, por un lapso de tiempo más largo.


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[toggle_item title=»Her- Spike Jonze (2013)» active=»false»]
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 En Her, vemos cómo un individuo aislado, solitario y dolido vuelve a vivir cuando se siente amado, correspondido y, sobre todo, entendido. Claro, Jonze la plantea con una alternativa contemporánea, que involucra a la tecnología y viene a sacudir nuestro concepto tradicional de lo que es tener una pareja humana, de carne y hueso.

De similitudes identifico esta necesidad de evasión, de sumergirse en largos silencios meditativos, que se combinan con un sentido de búsqueda o una brújula hacia una mejor realidad. Lo interesante es que logran representar que la soledad no implica estar aislado, sino que la contrastan con fondos citadinos rebosantes de vida.

Por último es mi deber comunicarles que el todopoderoso internet considera que esta producción podría ser la contestación fílmica de Lost in translation –que por si no sabían fue creación de su ex esposa Sofía Coppola-. Estas sospechas se justifican con hechos como que Jonze contrató al mismo director de fotografía que se empleó en el filme de su ex pareja, que contrató a Scarlett Johansen para que fuera la voz del sistema operativo o que incluso la última pareja humana del actor principal tenga un parecido con Sofía.  Se los dejo de tarea.


 

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[toggle_item title=»Elizabethtown – Cameron Crowe (2005)» active=»false»]
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 Anuncio que en esta posición bien podría estar presente cualquier cinta de la inolvidable saga de Richard Linklater (Before sunrise, Before sunset y Before midnight), pero consideré que era más conveniente presentarles una excelente opción menos , que igualmente cumple con ese mood errante, libre y real que caracteriza a estos filmes.

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Elizabethtown combina con el estilo Lost in Translation porque también logra capturar a dos seres guiados por el causal de la vida, que en un momento preciso, convergen de la mejor manera posible. En esa interacción nadie está forzado a hacer nada, ninguno espera nada del otro… simplemente hay una curiosidad por conocer a esta otra persona y perderse en su mundo particular. No importa qué tan caótico sea el entorno, aquí nadie juzga. Sólo se vive el día. Eso es lo único que importa.

En este caso, el amor no tiene una gran diferencia de edad, sino que se representa con la juventud de Orlando Bloom y Kirsten Dunst, el soundtrack viene a tener un tono más retro -con tonadas de The Hollies, Tom Petty, Lindsay Buckingham o Elton John-, la historia es un poquito más irónica-cómica y el contexto no es del todo desconocido para los protagonistas. Sin embargo, el resultado sigue siendo bastante bueno.

 

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Escrito por esQuisses

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