En un callejoncito decidimos parquear el carro, rápidamente nos recibió una señora con una sonrisa luminosa en su cara diciéndonos que La Casa ya estaba abierta, «pasen adelante, hay de todo para todos».
Con esa bienvenida tan cálida y la atmósfera de serenidad que se sentía al atravesar las puertas, el nuevo centro cultural La Casa, me hizo sentir que finalmente las artes ya tenían un lugar para dialogar entre sí.
A lo lejos se escuchaba el alboroto de Axis que entretenía a los que ya estaban ubicados en la parte trasera de La Casa. Y al recorrer los pasillos se sentía el aroma del café recien hecho y el puesto de chocolate artesanal que endulzaba el paladar con sus combinaciones extravagantes.
Muchas emociones y vibras positivas alimentaron las paredes de La Casa en su inauguración para asegurarle un arranque firme. Estamos seguros que muchas cosas lindas e importantes sucederán de ahora en adelante.
No se olviden de visitarlo y estar atentos a todas las actividades que vendrán.
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