“Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importe la gente, ni el veneno que nos echa…” esa frase de García Loarca, perteneciente de miles de connotaciones es ahora presentada por un grupo de artistas bajo la visión y tutela de Guillermo Monsanto.
Por Rosario Orellana
Hace tiempo de conocer a Carlos Pellecer. Es un joven muy involucrado en el mundo del arte y aunque no conocía su historia, me da la confianza suficiente de saber que sus recomendaciones seguramente las disfrutaré. Hace algún tiempo me envió un correo para decirme que estaba por estrenarse Bodas de Sangre, una obra dirigida por Guillermo Monsanto. Cuando leí en ese “mail” Bodas de Sangre se me enchinó la piel.
Es un libro de emociones muy fuertes (a mí me intimidan) pero pensé que sería un éxito escribir sobre esta obra. A mí me parece una genialidad. Una magnificencia escrita en memorables hojas. Inmediatamente nos pusimos de acuerdo con Carlos para reunirnos junto con parte del elenco y que me platicaran sobre la obra, que por cierto todavía pueden ir a ver, solo que los detalles se los comparto más adelante; en fin, cuando llegué a El Áttico estaba repleto de gente.
Había comida y bebidas, risa y charlas íntimas estallaba desde todos los rincones.
De lejos vi a Guillermo y dije, ¡madres, va a ser re difícil que podamos hablar con él” pero faltaron dos palabras para que me atendiera de inmediato en su oficina. Conmigo iba (Luis) Sajché, como fotoreportero. Entramos y en medio el cuarto había un escritorio con una computadora y libros, muchos libros. Las paredes están tapizadas de obras de arte y otras cuantas regadas en toda la sala. Una ventana al fondo que permite disfrutar del jardín de atrás en donde hay más obras. Había un cuadro que acaparó mi atención todo el tiempo. Creo haber visto a Gloria Trevi en él, ¿será?
Guillermo, como director de la obra, nos habló sobre el por qué de la misma. “Era un libro que tuve dormido desde los años 90. Nosotros estábamos trabajando con Consuelo Miranda y ella es conocida como una de las tres Divas del teatro guatemalteco y Gabriela Ramírez y Paco Calvillo se acercaron a ella y le dijeron que por qué no hacían Bodas de Sangre. Ella les dijo que sí pero preguntó por los actores…” comenzó contando el director. Siempre con una sonrisa en el rostro y una sensación de pasión al abrir la boca y hablar sobre la historia de la obra.
Con “Doña Cony” ya se habían trabajado otros proyectos, que por cierto fueron exitazos. “Estamos en un momento de transición y creí que era buen momento para hacer Bodas de Sangre,” afirma “me dieron la UP que es un espacio muy particular, con un público culto, con el que no va a ser de jajaja sino habrá teatro…” continuó Guillermo mientras movía las manos sobre los libros, luego sobre la computadora y sobre la mesa. “Dije bueno, se la voy a dedicar a Doña Cony: Bodas de Sangre” concluyó.
Comenzó a describir a sus elementos. Sabe que el grupo que eligió es perfecto para que vida una obra, no que solamente se vea sobre el escenario. “El elenco está redondito” dijo Monsanto entre risas. “Es una obra dramática, no tiene elementos para buscar un público masivo, es para alguien que ha leído y está preparado” dijo el director de la obra. “El maestro Carlos Estrada me hizo la música y las adaptaciones, algunos efectos que tiene. El escenario es una caja negra, limpio. Pocos elementos, todo lleno de significados” compartió Guillermo.
Sabiendo ya de dónde había surgido la idea de poner manos a la obra con Bodas de Sangre, literalmente, pude darme cuenta que ha significado mucho para cada una de las personas que está involucrada en este proyecto. Regresar a las raíces de hacer lo que gusta y que va de la mano con ideologías personales además de ir por nuevas experiencias. Guillermo nos compartió sobre nuevos proyectos, que por cierto tenemos Monsanto para verlo por todos lados y por mucho tiempo.
De la pluma de Federico a la boca de Guillermo
Originalmente escrita en 1931, Bodas de Sangre de Federico García Lorca es una tragedia escrita en verso-prosa, con más de setenta años en el circuito dramatúrgico, ahora es adaptada por Guillermo Monsanto.
Inspirada en el llamado Crímen de Nijar, las Bodas de Sangre cuenta la historia de una pareja previo a sus nupcias, sin embargo, se revela que La novia estuvo previamente relacionada con un tal Leonardo Félix, de la misma familia que asesinó al padre y el hermano de El Novio. Cuando Leonardo se entera que La Novia está por contraer matrimonio éste hará lo imposible por regresar con su antigua pareja.
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La charla continuaba. Guillermo sentado en una silla de frente a un sillón largo, en donde nos acomodamos mi compañero y yo. Me pude dar cuenta que mientras él nos explicaba la historia de muchas obras y artistas, además de la propia, teníamos cara de mensos, viéndolo, prestándole toda la atención del caso y con la boca abierta. Guillermo: Una persona proactiva, apasionada, entregada al arte y sobre todo decidido a hacer lo que más le gusta por autocomplacencia, no por quedar bien con los demás. “Vivo de, por y para las artes” dijo Guillermo. Sutil y básico.
Me recordé de una frase que dice algo como: “Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima” del mismo García Loarca.
¿Cómo supiste que era el momento justo para hacer Bodas de Sangre?
Guillermo: -Suspiró- Comencé a ordenar libros y ¡pum! Apareció Bodas de Sangre. Dije para después pero ya lo dejé sobre la mesa de noche. Seguí ordenando libros y otra edición de Bodas de Sangre. La junté con la otra y después me regalaron una caja y la primera que sale, Bodas de Sangre y dije, bueno es Bodas de Sangre y ya. Me llegan los libros” sonríe Guillermo.
El tema quedó claro. La charla siguió pero fue persiguiendo otros intereses. Traté de sintetizar lo que hablamos de Bodas de Sangre pero quedaron mil puntos pendientes sobre la mesa. Guillermo se portó fenomenal con nosotros. Nos ofreció una bebida y comida que tenían de la exposición. Lo dejamos en paz. Él con una camisa celeste con blanco y un pantalón y zapatos cómodos, el pelo recogido y una sonrisa acompañaron de principio a fin a Monsanto.
Pero no solamente hablamos con el director. También con parte del elenco, especialmente con tres diferentes mundos. Pellecer tengo que confesar que me dejó perpleja. No solamente lo admiro por ser un joven proactivo y buen conocer del arte pero ahora agrego la valentía como prioridad. Mientras charlábamos en el jardín, parados bajo un árbol que nos acobijó por algunos minutos.
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Comencemos con Helena Solares. Actriz, cantante y antropóloga. Muy risueña, con una voz agradable y una paz que transmite a través de una mirada profunda. Los últimos años los ha dedicado a la comedia, entre otras pasiones, como la música y ser solista operático. Su papel dentro de la obra Bodas de Sangre es el de “La Madre”. Una mujer muy amargada. Imagina cómo se siente una mujer a la que le mataron a su marido a uno de sus hijos, una persona que no suelta el rencor y el dolor. “Es un personaje muy intenso, entender su psicología fue muy complejo, pero un gran reto” comentó con una sonrisa en el rostro. Es una artista que ha compartido con su familia llena de músicos y tiene 8 años dentro del mundo de la actuación. Helena comenzó su carrera de la mano de Consuelo Miranda.
Seguimos con Fredy Álvarez. Es un ingeniero electrónico y amante de los escenarios. Casado con otra artista. “Conozco a Lorca y siempre es un reto. Ha sido un proceso interesante en donde se tienen que encontrar las verdaderas intensiones, dependiendo de las líneas de cada escena, pudimos experimentar mucho con mi compañera, también tenemos mucho trabajo físico” compartió el actor. Su personaje atraviesa el umbral de lo real a lo irreal y eso le ha permitido explotar lo más profundo de su ser. Tiene 8 años en el mundo artístico y aunque no viene de una familia de artistas, siempre ha contado con su apoyo. Ahora hasta su bebé disfruta de este apasionante mundo.
Y terminamos con Carlos. Aquel personaje del que les hablé desde un principio de esta narrativa, porque resulta que aunque tiene 6 años en actuación y algunos menos en las plásticas, viene de una familia de militares. Inmediatamente surgieron bromas por sus piercing, tatuajes, su amor por el arte. “Ha sido difícil pero interesante” fueron sus palabras de inmediato. Su carrera inició de la mano del mismo Guillermo Monsanto. Inmediatamente se hizo uno con su personaje: Leonardo. “Me encantó, es muy apasionado, muy fuerte, tiene una personalidad agresiva pero lleva cariño, fue muy interesante encontrar cómo expresar lo que muchas veces sentimos pero que no son cosas que salgan todo el tiempo” comentó, “hay cosas que no gustan, tiene muchos textos machistas pero hay que jugar con eso y es interesante, un gran reto” concluyó.
Desde el contacto hasta que finalicé este texto, me pude dar cuenta de lo mucho que me apasiona ver y sentir el amor de alguien por un escenario. Me siento nerviosa de pensar que alguien estrena una obra, aunque no seamos los mejores amigos. Esa intensidad con la que hablan de su qué hacer me deja impresionada y hace que día a día me enamore más de este mundo, del artístico. En donde se vive por amor al arte, literalmente.
Vayan a disfrutar de la obra. Bodas de Sangre está en la UP (10 calle 10-32, zona 1). La obra puede verla los sábado a las 8 de la noche y los domingos a las 5 de la tarde, lo que resta del mes de junio. El costo de ingreso es de Q50 y el parqueo es accesible.
Fotografías: Luis Sajché.
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