Resulta que con Luisa decidimos ir a pasar un buen tiempo a Earth Lodge, seguramente han escuchado acerca del lugar y si no han ido pues se lo están perdiendo. Es un recomendadísimo escape de la rutina, complementado con buena comida, música en vivo, gente amigable, hamacas y un excelente ambiente. Para llegar, en La Antigua Guatemala deben tomar el camino que lleva al cerro de la cruz pero hay que seguir subiendo hasta la aldea El Hato. Estando allí les aseguro que es más fácil preguntar a cualquier persona que pase por allí porque yo no sabría cómo explicarles claramente –aunque puedo intentar: en la entrada a la aldea cruzan a la izquierda en una calle (?) angostísima que eventualmente los llevará a una pileta donde deben dejar el carro y luego bajar por una vereda que seguramente los dejará pensando en el esfuerzo que tendrán que hacer para subirla de regreso-. Por lo regular a Earth Lodge no le hace falta la más que impresionante vista de los volcanes de Agua, Fuego y Acatenango, pero en esta ocasión, el exceso de calor y humedad en el ambiente no me permitieron ver esta fantástica escena así fue necesario enfocarme solamente en el resto de bondades locales.
En Earth Lodge es posible ir a pasar la tarde leyendo un buen libro en una hamaca, jugando cualquiera de la extensa colección de juegos de mesa disponibles, o hacer cualquier otra actividad que se les ocurra en el lugar. También se puede ir a pasar la noche en cualquiera de las habitaciones o casas de árbol que se presentan como un exilio íntimo y necesario. Asimismo, es posible aprovechar para hacer un poco de Yoga viendo a los volcanes o relajarse en el Sauna Maya. Básicamente es un punto donde se encuentra el tipo de desconexión que todos buscamos cuando estamos queriendo escapar del día a día.
Personalmente, yo también dejé por un lado la rutina y decidí experimentar con una Mamiya C330. Completamente alejado de la “perfección” de la fotografía digital y acostumbrado a la “suciedad” y “poco perfectas” fotos de la Holga 135bc, con la que he estado tomando la mayoría de fotos últimamente, los resultados de la Mamiya C330 fueron “inesperados” en el sentido de “se me había olvidado que las fotos análogas son por naturaleza muy nítidas”. Para continuar con el desafío de tomar fotos con una cámara con la que no he trabajado mucho, también hay que agregar que algo no está funcionado como debería porque el mecanismo corre mucho la película entre cada negativo, por lo que un rollo de 12 exposiciones terminó siendo de 8 (ayuda?), así que por adelantado ofrezco mis más sinceras disculpas por la limitada cantidad de fotos que les traigo. Pero no quiero hacer esto acerca de mis limitantes como fotógrafo que nada tienen que ver con la cámara que utilicé, así que lo que más deben recordar es que si no han ido a Earth Lodge, tienen que ir. Y si ya fueron, tienen que ir.
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