Por Mario Zetino
Mientras lava su taza, Gregoria dirá que las cosas del
pasado deben irse, que hay muchas formas de deshacerse de
ellas, de dejarlas libres para que encuentren un lugar en la
memoria o en el olvido, y uno pueda volver a ser.
Ana sonríe
Ana sonríe (F&G Editores, 2015), la segunda novela de Denise Phé-Funchal, cuenta la historia de Ana y sus hermanas, Loreta y Lucrecia, en un momento en que las tres, cada una en su propia vida, están intentado dar un giro y liberarse de su pasado, y vivir como siempre han querido: felices.
A través de los actos, emociones y pensamientos de un día de estas mujeres, conocemos el mundo que se extiende tras sus ojos y sus palabras, tras sus pasos por las calles y los lugares y las palabras entre los que crecieron: un mundo de machismo, abusos, incomunicación; de incomprensión y constantes decepciones.
De esta manera, la novela transcurre en un día importante de su intento por cambiar: el día que Lucrecia decide buscar a Ana después de años de no hablarse; el día que Loreta se enfrenta, de manera casi física, a la violencia del recuerdo de su padre; y el día que Ana se debate entre retomar su carrera de pintora o entregarse del todo a sus fantasmas, que no ha podido conjurar porque, en el fondo, tal vez no desea conjurarlos.
En esta novela, Denise Phé-Funchal perfecciona un arte que ha venido practicando en sus libros anteriores: el del retrato. El arte de mostrarnos cómo y quiénes somos a partir del trazo minucioso y preciso de sus personajes, gente común con vidas como las nuestras o como las de la gente que conocemos, y también a partir del retrato de la sociedad en que vivimos: paisajes fuertes, intensos, vivos, de una cultura de tradiciones irracionales, de guardar las apariencias, de no saber cómo estar con nosotros mismos ni con los demás.
Estos son los trazos que las protagonistas de la novela buscan cambiar por los suyos propios. Son los colores que, como dice Gregoria, la madre de las tres mujeres, ellas están buscando la manera de dejar “libres para encuentren un lugar en la memoria o en el olvido”, y una vez que esas cosas hayan encontrado su lugar, estas mujeres puedan, y quizás también uno pueda, “volver a ser”.
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Mario Zetino. (El Salvador, 1985). Escritor y profesor de literatura. Ha publicado el poemario Uno dice (Índole Editores, 2013) y compiló la antología 25 poetas. Memorias de La Casa (Índole Editores, 2011). Sus poemas han sido incluidos en antologías en El Salvador y Estados Unidos.
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