Hay muchas cosas de las que me arrepiento constantemente. No haber aprendido nunca a tocar un instrumento es una de ellas, haber prestado varios libros que jamás volvieron a mí y definitivamente no haber ido nunca a un concierto de Filoxera es otra de esas cosas, su sonido de estudio es fresco, vibrante y lleno de energía. Por lo que verlos en vivo, según sus fundadores, David Lemus y David Chinchilla, es una experiencia distinta. Lo bueno es que aún nos queda mucho más que escuchar de la banda que comienza finalmente a encontrar su propia identidad…
Nos reunimos en un pequeño café del Centro Histórico, mi favorito, había silencio, los rezagos de la lluvia y una tentadora grabadora en la esquina. Era de esperarse que los músicos que me acompañaban se levantaran a colocar un disco. Su escogencia: jazz, por lo que supe, desde el principio, hacia donde iba la nueva etapa de Filoxera.
EL PASADO: Background polifónico
Inicios
Filoxera comenzó oficialmente en diciembre de 2013 con su primer “toque” en el Bar Central. Formada en sus inicios por David Lemus (guitarra y voces), David Chinchilla (batería), Sergio Zepeda (guitarra) y Enrique Ovando (Bajo), tenían un sonido rock alternativo, con letras en inglés (a excepción de su primer sencillo) e influencias indie, me recordaba más a una psicodelia alternativa con toques funk. Hoy su música ha cambiado, experimentando con influencias Bossa Nova, ritmos latinos, Trip-Hop y sonidos electrónicos, una psicodelia latina y llena de energía.
“El sonido de la banda se ha ido construyendo poco a poco”, comienza David Lemus, cantante y guitarrista de la banda. “Todos veníamos de contextos distintos. David (Chinchilla) y yo tenemos aún un proyecto de Bossa Nova llamado Brigadeiros, además él tiene otro llamado Natú. Yo venía de estar trabajando seis años con Woodser y los demás tenían otros proyectos como Enrique que aún tiene un grupo llamada Cielos Abiertos”, continúa explicando. Estos backgrounds distintos influenciarían los primeros pasos de la banda. Especialmente el pasado en Woodser de Lemus, pues muchas de las primeras canciones (que aún no han sido lanzadas oficialmente) se formularon bajo el concepto y sonido de esta emblemática banda de rock alternativo formada en el 2008.
“Personalmente todo lo que viví con Woodser me marcó como músico y como persona. No hay forma en la que pueda decidir abandonar esos seis años que estuve con ellos. Sin embargo, si he notado un cambio. Estoy trabajando con otras personas que me han estado refrescando con nuevas ideas y ahorita como va la banda es definitivamente un progreso. Finalmente nos encontramos y estamos encaminados a nuevas cosas. Es una nueva etapa para todos”, continúa.
La Filoxera
El peculiar nombre de la banda vio la luz cuando ambos fundadores estudiaban música en la Universidad Galileo. “Teníamos una una clase llamada “etiqueta y protocolo” donde aprendimos a catar vinos y la historia de los mismos. Ahí aprendimos que la Filoxera es un ácaro que crece en la vid, la planta de la uva que da el vino. La Filoxera generó en América y en algún momento se la llevaron a Europa y les invadió todos los viñedos, por lo que hubieron dos años que no hubo vino y nos gustó la idea de una invasión americana en Europa”, cuentan.
Vida Fugaz
El primer sencillo, una canción de rock alternativo, de la banda se lanzó en diciembre de 2013 junto a su video. “Vida fugaz se grabó en un estudio, pero en realidad está bastante fuera de lo que es Filoxera ahora. Ha servido bastante de presentación, pero fue una etapa que dejamos muy rápido. Nos sirvió para arrancar y aproximarnos a lo que somos ahora”. El video estuvo bajo la dirección de Varinnia Recinos con el arte de Light Andrade, la fotografía de Humberto Del Busto, la edición de Daniel Gonzalez y otros colaboradores como Fernando Dieguez y Carlos Springmuhl.
EL PRESENTE: Nueva alineación, nuevo sonido
Hace cinco meses, Sergio Zepeda abandonó el proyecto y entró en su lugar André Gámez, exintegrante de Republi-k. Este hecho marcó un nuevo inicio a la banda, que si por el momento se ha mantenido con un bajo perfil, ha sido solamente para poder reencontrarse, reconstruirse y reinventarse. Aproximándose al sonido que presentan en sus nuevas canciones Bossa Trix y The end of the world, que en este momento no solo me sirve de soundtrack, sino de alarma de despertador, canción para la ducha, para roadtrips y para vagar por las inmensidades del internet. Formada por loops de guitarra que van construyendo las bases de elementos sintetizados muy a lo trip-hop con la característica voz de David Lemus que nos es familiar por los años de Woodser. Va adentrándose a elementos de bossa nova y una mezcla ecléctica de sabores latinos e incluso influencias del reggae.
“Nuestras nuevas canciones experimentan más con ritmos latinos, utilizamos trompetas y tenemos mucha influencia del Bossa y del latin jazz. Otras como “Vida Fugaz” son más indie rock y The end of the world. Algo con lo que estamos experimentando mucho es con los sonidos electrónicos que David (Chinchilla) produce”, comenta Lemus.
“No poder definir bien nuestro sonido lo vuelve todo un poco complicado, porque tu como banda no querés confundir a la audiencia, pero ya estamos encaminándonos a la etapa donde verdaderamente sentimos que queremos seguir creciendo y vamos caminando fuerte. Ya tenemos dos canciones grabadas en las sesiones de Intergalactic Soundsystem y son las que más nos identifican ahora”, explica.
Su sonido actual, según los músicos, está influenciado por Radiohead, Grizzly Bear y sobretodo Portishead, una banda inglesa de Trip-hop que es a lo que le apunta la banda, siempre combinado con ritmos latinos.
“Las letras de las canciones son temas positivos. Siento que hoy en día es muy fácil ser pesimista e ir en contra de todo. Todo es tan hostil que la gente que trata de tirar buenas vibras son en realidad los rebeldes de la época. Todos quieren sentir el lado humano otra vez porque la vida está muy jodida, entonces las letras de Filoxera buscan devolver esa humanidad”, comentan los compositores.
“Creo que la música de la banda representa muy bien la identidad que tratamos de construir en Centroamérica. Por un lado tenemos toda la influencia de Norteamérica que llega a nosotros desde Estados Unidos con letras en inglés, comerciales o bien alternativas y blussy y por el otro lado está el bossa, la cumbia y estos ritmos sudamericanos. Entonces Centroamérica viene a ser una mezcla de todo más su propio identidad y eso es algo que le sucede a la banda también”, comenta el exintegrante de Woodser.
EL FUTURO: Los shows y la industria
Energía en vivo
“La música es muy importante, pero una de las cosas que va más allá de la música es la energía de la gente en los conciertos y la proyección que tenemos para el futuro”, agrega David Chinchilla.
“En nuestros conciertos estamos buscando mantener una energía fuerte en todo momento y hacer que la gente se la pase bien. Eso es algo que logramos hacer muy bien con los ritmos latinos, todos quieren bailar”, comenta Lemus.
Sus conciertos en Café Arte, Rock’ol Vuh, La Erre y Hard Rock Café han estado llenos de energía según los miembros de la banda, pero es a partir del otro año con el lanzamiento de su primer material que se verá la nueva cara de Filoxera. Una fiesta musical en todos los sentidos.
“Queremos dejar de hacer toques y empezar a hacer shows. Nuestra generación es muy visual. ¿Por qué conformarte con escuchar una canción si podés ver su video? En uno de nuestros últimos conciertos en La Erre salimos a tocar con máscaras y estaba el colectivo Oniroide con visuales que se proyectaban en la pared. También para futuros conciertos estamos trabajando con el Circo Frescolongo y estamos trabajando en shows visuales para cada una de las canciones”, agregan los músicos.
Vivir de la música
“Algo interesante de la banda es que los cuatro nos dedicamos solo a la música, vivimos de eso”, comienza Chinchilla. “Por el hecho de estar dentro de la industria estamos comenzando a comprender cómo verdaderamente se crea un producto profesional y eso es en lo que estamos enfocados, en ser lo más profesionales que podamos”, continúa.
“Lo más importante para la banda es crear un impacto cultural que logre generar un cambio. Todo el arte quiere hacer eso, reflejar para desviar. Es como un espejo, enseñarle a la gente dónde está la cultural para mostrarle algo más que podría ser de ella. Lo que más nos gustaría sería poder abrirnos puertas en la industria musical. Hemos procurado que el proyecto se desarrolle de la forma más ortodoxa posible, para poder demostrar que también los músicos podemos ser gente profesional y legal. Estar en esta carrera no significa que te la vas a pelar más, sino al revés, es el doble de chance. Necesitas cumplir tus necesidades, tus instrumentos y después mantenerlos. Obligatoriamente te volvés un empresario. Necesitás hacer relaciones públicas, llevar el arte visual, saber de grabación, venues, leyes, impuestos, negociaciones y ya el proceso creativo de la música”, comenta Lemus.
“Hoy en día no es difícil vivir de músico en Guatemala. Podés vivir excelente, hay muchas oportunidades, hay demanda, se paga y se paga bien. Solo hay que crear un producto bueno que la gente lo necesite y a eso estamos enfocados, a crear un buen producto. La cosa depende de uno”, termina el músico.
Podríamos decir que los pasos de la Filoxera comienzan a darse oficialmente. Un año de exploración fue suficiente para que decidieran atacar el 2015 con un las guitarras y la frente en alto. Si ya las canciones que han lanzado a internet han ganado popularidad y expectativa por su peculiar sonido y calidad, las nuevas sorpresas que traerá esta banda me parecen dignas de esperar y podría incluso apostar que en unos años Filoxera cumplirá la misión del ácaro y arrasará con todo.
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