Por Alejandro Alonzo «Xanderall»
Patrick Bateman (Christian Bale) lleva una vida de lo más envidiable. Tiene un empleo en altas finanzas que no le exige mucho esfuerzo, una guapa prometida (Reese Witherspoon), un apartamento de lujo, y acceso a todos los clubes y modas del momento. Las parrandas con sus amigos de la oficina son constantes y descomunales. Pero Patrick tiene un oscuro secreto: desde hace tiempo es presa de insaciables instintos homicidas que se deleita en concretar de formas cada vez más grotescas y despiadadas.
Todo esto sucede en el mundo descrito por Bret Easton Ellis en su controversial novela y que es llevado a la pantalla por Mary Harron en concienzudo detalle, recreando la desbocada bacanal que era Wall Street previa al crash de 1987, algo también explorado por otras cintas como Wall Street, The Wolf of Wall Street, y Bonfire of the Vanities.
En esa época, el dinero que corre por las venas de la economía norteamericana dispara a las elites a competir perennemente por nuevos símbolos de status y poder. Cada quien busca opacar a sus conocidos (y a los desconocidos) con ostentaciones materiales de todo tipo: alcoholes, alimentos, ropa, sexo. En una escena imperdible de esta cinta, los machos alfa se desviven por mostrar quien tiene la tarjeta de presentación más elegante.
Por supuesto, el narcisismo no se detiene con las cosas, pues si el cuerpo es un templo, la idea es tener el templo mejor cuidado. Es por ello que al inicio de la cinta acompañamos a Bateman durante su larguísima rutina diaria de acicalamiento y ejercicio, proceso usado magistralmente para mostrar que detrás de esa máscara de belleza, algo nefasto se esconde.
Lo que diferencia a American Psycho del resto es que ninguna de las demás cintas presenta a un personaje en una situación como la que encara Bateman, quien no es orillado al precipicio por la moral, por el dinero o por los medios, sino por la locura. Una locura que empieza a presentarse sutilmente, pero luego comienza a cobrar más y más de la vida de Patrick hasta el punto de invadir cada segundo de su ser. Durante el transcurso de la cinta vemos como la violencia manifiesta pasa de ser un acto deliberado y frío a un espasmo de incontrolable de conciencia en una sociedad presa de un sibaritismo desquiciado.
Un aspecto que sería imperdonable de olvidar mencionar es el soundtrack de la cinta, que reúne lo más relevante del pop de los ochentas: M/A/R/R/S, Bowie, The Cure, New Order, y que contribuye a realzar poderosamente la atmósfera del filme, aunque probablemente los de Huey Lewis and the News nunca se imaginaron que su musica sería usada como lo hace Patrick.
American Psycho (2000)
Protagonizada por Christian Bale, Reese Witherspoon, Justin Theroux y Josh Lucas.
Dirigida por Mary Harron
102 minutos.
Clasificación: Para adultos
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