“To a person sitting in an office or a living room, a picture of a winter mountain sunset is just a picture. To me, it was the experience of taking the picture.” Aaron Ralston (Betwwen a rock and a hard place).
En Puebla, viajar en el tiempo es posible en apenas unas cuadras. Pasar de las construcciones de estilo colonial y grandes iglesias cuyas cúpulas adornan el paisaje, a los modernos edificios, parques y puentes peatonales que te invitan a caminarlos. Todo esto adornado en el horizonte por el nevado Popocatepetl y su amante, la “Mujer Dormida”.
Yo siempre he pensado que lo mejor de tomar fotos es toda la experiencia que conlleva poder estar en un lugar y un momento para poder tomarla. En este viaje me hice y encontré el tiempo -no más de dos horas repartidas en dos días- para documentar mi experiencia. Después de todo, un viaje sin fotos no es un viaje. Caminar solo mientras se ve el amanecer proyectado en los edificios del centro histórico de Puebla, aunque fue una experiencia muy rápida, es uno de mis momentos fotográficos favoritos.
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