Hay fines de semana en los que las trilladas formulas hollywoodenses agotan nuestra paciencia. La cinematografía se vuelve predecible, los artistas conocidos agotan los papeles interesantes con actuaciones forzadas y los guiones parecieran escritos por un número muy reducido de idiotas norte americanos. El único remedio que conozco para este mal es el cine extranjero. Obras cuyo país de origen ofrecen una mirada trastornada a la realidad social, de la cual nos hemos hartado. En este caso mencionamos la genial comedia, western, acción, aventura de detectives: “The Good, the Bad, the Weird”.
Como el título no deja esconder, la historia toma inspiración del clásico de Sergio Leone “Il buono, il brutto, il cattivo”, pieza en la cual dos caza recompensas deben unir fuerzas para detener un tercero que oculta un tesoro gigantesco. Donde difiere el director de nuestra recomendación, Jee-woon Kim, de cualquier otro remake, es en saber que nunca podrá replica la genialidad Clint Eastwood y Lee Van Cleef. En lugar, ofrece algo mucho más cercano a su natal Corea, con rasgos de comedia americanizada y un resto de referencias para amantes de largometrajes. Como resultado surge una fusión icónica para cualquier cinéfilo o cinéfila, una especie de homenaje satírico con excelente dirección fotográfica y un ritmo de secuencia con el que fácilmente se olvidan los subtítulos, ya que la narrativa visual lo dice todo.
En este sentido, la obra abarca un amplísimo repertorio de temáticas, muchas de ellas con trasfondo sociocultural pero la mayoría, universales. A esto, el director agrega vehículos a estereotipos de los géneros mencionados arriba, como si hiciera un guiño de ojo a la audiencia que sugiriera “sí, yo sé, la película está mostrando todo lo que te gusta del cine americano, pero con actores coreanos, ahora disfruta”. Los personajes son el mejor ejemplo de esto, retratados por actores reconocidos del séptimo arte asiático, tales como Kang-ho Song (como un ladronzuelo industrializado con elementos steampunk), Byung-hun Lee (como un asesino metódicamente moderno a sueldo) y Woo-sung Jung (como un vaquero bonachón en busca de justicia). Para la mayoría de latinoamericanos, estos sonarán como una serie de nombres más entre la infinidad de actores del oriente lejano, pero estos son personalidades famosas por su colaboraciones en largometrajes internacionalmente reconocidos como la obra maestra de Chan-wook Park “Lady Vengeance”, “The Warrior” de Sung-su Kim e incluso ambas entregas de GI Joe.
Por ultimo, el director, Jee-woon Kim, también contribuye a la lista de celebridades transnacionales, al ser un exponente fundamental cine coreano actual. Su trayectoria incluye A Tale of Two Sisters, A Bittersweet Life, la impecable obra I Saw The Devil y, quizás más conocida en las Américas que el resto, The Last Stand con Arnold Schwarzenegger. El estilo de Kim es único por saber exactamente cómo grabar una escena de acción para que uno no pueda remover los ojos de la pantalla Si a esto se combina con las altas dosis de humor absurdo que ofrece “The Good, the Bad, the Weird”, a lo mejor pueden empezar a comprender la genialidad de nuestra propuesta de esta semana. Una mirada distinta a todos esos géneros estadounidenses que no podemos dejar de consumir, por más que queramos.
Comentarios: 0