Nacida en Guatemala. Aprendiz de vida, amante de la palabra como transporte visual. Forma parte de la antología “Caleidoscopios Urbanos” publicada en 2011, por ADESCA y Grupo Espiral.
Con estudios dispersos en artes visuales: Taller de cine -Casa Comal (2010)/ Talleres de Fotografía- La Fototeca (2011) / Taller de Producción Audiovisual- CCEG (2011) / Taller de cine- Cinergía, Costa Rica (2012) /
Residencia Artística “Rapaces Traces”- Espira la Espora- Western Michigan University, Nicaragua (2012)/ Licenciatura en Historia del Arte- USAC (2012)
Blog: www.pacadeletras.blogspot.com
+ Asaltando instantes cotidianos
Me gusta recibir miradas primerizas. Caminar por los locales y sentir pupilas que se derriten en mi piel de porcelana, color de nieve. En mi rostro angelical y mis ojos transparentes.
La incomodidad que me invade, me hace querer lanzar bombas escondidas entre mis pechos. Mi cuerpo ansioso se excita y mis brazos se extienden movidos por mi vulva que se cierra emocionada al levantar mis alas y asaltar la estética configurada, con mis pelajes púbicos, enredaderas frondosas que adornan mi templo libre.
Las criaturas asustadas miran disimuladas e impresionadas, asqueadas, con sentimientos encontrados que atentan de alguna manera; como la estrella fugaz más grotesca del universo atenta contra la belleza del firmamento por elección.
Por eso me gusta invadir sus ojos y puyar sus parpados… para hacerlos despertar a la belleza inigualable que posee el universo, a la farsa detrás de los estándares irreales de humanidad modificada creados únicamente para consumir y consumir y consumir y luego explotar y modificadas sin cerebro ni conciencia divagar como parásitos inconformes en el ambiente.
De vuelta a la madriguera me miro reflejada en los cristales y en los espejos. Y me quedo estacionada, observando mi cuerpo, el pelo que crece natural y me devuelve al animal que soy en origen. Me siento fuerte, como siendo alimentada por mi propia carne y mi propia leche. En soledad, alimento mi energía para salir a la jungla y atentar como animal terrorista que revienta venas y salpica el paisaje.
*** Conejo:
Salvación llega a mí tras tormenta de nieve.
Etílicas avalanchas embriagan la locura y traen calma con humo que penetra el pensamiento. La madriguera adentro del árbol que en llamas se transforma en cenizas, resguarda la presencia demoníaca del que por veces es conejo y por otras, bestia silvestre.
En este plano terrenal, agujerado y derruido, la vida canta, calla y murmulla:
Salta conejo, salta sobre la grama, salta sobre la tierra, sobre el agua, sobre la mierda, sobre la carne, sobre los huesos, sobre los sesos, sobre los sexos, sobre la sangre, sobre los ombligos. Salta conejo, salta hasta caer al infierno y engrandecer tu ego por saborear el vacío lleno de paraísos que solo existen en tu mente. Salta sobre el sol conejo, salta y te transformas en bestia. Y rasgas los paraísos con tus patas violentas.
Ahora no saltas, ahora corres, ahora serpenteas, ahora vuelas, ahora te arrastras, ahora eres bestia que todo lo puede y nada lo vence. Ahora no existe conejo, ahora ya es pasado, ahora es nada que luego será algo, ahora es una ilusión dosificada que sustituye al minuto caótico de la soledad que amarga la garganta, tras un recorrido lineal de nieve. No te confundas.
/ PROCURE
Le temo al cuarto vacío, al estómago abierto, a las lágrimas despilfarradas, a los nudos en la garganta, a los llamados de la iglesia, a las televisiones encendidas en las salas repletas, a la prensa, al banco, a la cultura, a las maquinas, al estado, a la policía, a las cooperaciones, a las organizaciones, a las instituciones, al Internet, a las redes sociales, a las acciones represivas, a los cordones umbilicales que se están cortando en este preciso instante.
Comienzo el viaje azul, de retorno a mi ombligo, en posición fetal como remembranza de mi singularidad en el vientre. En forma espiral trasciendo la mierda que me rodea e inicio la suspensión consciente en el ambiente intangible de mi esencia.
Abrirle las piernas a esta catarsis sin fin, no siempre promete brotar arco iris de un culo sangriento. En la tranvía del pensamiento, palpando cada fragmento se percibe mejor la forma de lo externo, de la inmensidad que nos rodea de a pocos más podrida.
Procure abstraerse de la forma, procure ser un ente consciente, desde el reconocimiento propio con la inmensidad de nuestra intangibilidad, hasta conocer el grosor de la reja que cerca nuestra libertad y nos determina en las subclasificaciones de la especie humana.
La lucha se mantiene, amante de ella la palabra, las paredes, el cuerpo. Es preciso el eterno retorno, recurrir siempre al llamado espiral, a mamar de la sangre que brota por nuestras venas. La singularidad al encontrarse en esencia, anhela su transformación colectiva, como cuerpos enfilados, atravesados por la misma bala, sintiéndose uno.
República del banano:
Territorio inmenso
Tropical/ valle diverso/ frutos sagrados/ ricos/ provechosos/ abundantes en el pasado
Siembras cosechadas/ exportadas/ explotadas/ agotadas/ muertas
Decadente República del banano… donde engañaron mujeres y hombres, metiéndoles bananos por el culo mientras pintaban paisajes progresistas de concreto ante sus ojos moribundos.
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360° x 8
Astronauta en planetas podridos
Soterrado bajo semen fundido
Explora entre estrellas tapizadas con piel de cerdo
Vacío en el espacio
Abraza la erección galáctica al traspasar la piel y encontrar la última flor que guardo el universo.
A Alejandra Pizarnik:
Esta noche venís conmigo
Alejandra
Sobre dosificada de letras
Estas en mis adentros
Deambulando a mí ritmo el retorno a casa
Mi tristeza espera ansiosa tu aparición de media noche
Con el libro de poesía y las nubes de humo invadiendo el espacio
Tus letras destellan lunares lila en tu cuerpo desnudo entre vocales
Yo
Te acaricio con el alma derramada en mi iris cuando te leo
Te pensé todo el camino
Estoy en casa
De vuelta a perderme en la desnudez de tus encantos multicolores
Bella Alejandra nocturna de la media noche
Masturbémonos juntas
Una con la poesía de la otra
Saboreemos aunque sea solo por un instante
Lo que pudo ser…
Poetisa del inframundo
Tu muerte floreció en mi ombligo después de la tormenta
Tu muerte
Me masturba diariamente en lo oculto de mi refugio.
Hija de soles negros y luna morada,
Nuestra vida nunca pudo ser más perfecta,
Me esperas en la esquina de cada hoja,
Dándome la bienvenida a la siguiente,
Te entregas a mi vientre y jugamos a odiarnos,
A escupirnos versos y poemas,
A reconciliarnos en el regocijo de las letras.
Alejandra,
Argentina de letras poderosas y chispeantes,
Tu transformación de materia
Fue una urgencia de las letras
Por inmortalizarte en poesía.
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