A veces se necesita un poco de sazón y picante en la música, The Killer Tomato, banda local de ska punk es un fresco referente de la escena musical del momento para ello. Con un sonido sobrio, limpio pero al mismo tiempo caótico e irreverente, la última producción discográfica de los Tomatos, lanzado hace menos de un mes continúa con la esencia de la banda, explorando todos los aspectos de su sonido y propuesta, cada uno de ellos – y son muchos – . Coqueteando a veces con el reggae y hasta el rock psicodélico, Los Días Como Hoy es un fantástico viaje a través de las diferentes caras de la banda, de su coraje y creatividad.
Uno de los aspectos más interesantes y atractivos del disco es que, a pesar de uniforme, no hay canciones iguales, similares sí por su estilo, pero mientras vamos avanzando por los casi 40 minutos, cada rola es una sorpresa por sí sola, resalta por mérito propio, todas pegajosas pero jamás trilladas. Tan solo en las primeros cuatro cortes podemos entrar a cuatro escenarios diferentes, de una explosión de ska con intrépidos cambios de velocidad e inteligente lírica como lo es El túnel del tiempo, a una pícara y jovial canción como lo es Confundido, llegando a una coqueta y psicodélica carretera con Dino Spumoni, primer corte instrumental del disco; hasta toparnos con un intenso himno de guerra que es Una vez más. Apenas ahí, ya podríamos tener un poderoso EP.
El viaje continúa exactamente con El viaje, demostrando la versatilidad de la banda con una firma base ska, tintes punk y demás retazos que quiñan un poco de surf rock especialmente en la sección rítmica del grupo; hasta rasguear con el reggae. Naranja Lázaro, un tierno corte nostálgico, por si era muy veloz el disco, aquí un agridulce abrazo de viejos amigos, un brindis de fin de año. Traicioneros y vengativos también, nos presentan Patiño, una de las canciones más violentas y vibrantes del disco donde impera el caos y la actitud del punk, un fuerte golpe en la sien.
A veces tenemos balance, Volviendo a suceder es el perfecto matrimonio harmónico entre la sensibilidad del ska de los Tomatos y su rebeldía por medio de distorsiones, pasando de afilados y oxidados solos de guitarra que gruñen, a la picardía de los saxofones y trompetas que duelan entre sí. Esta misma rabieta se extiende a Noche de ska, el segundo corte instrumental del disco que además sopla un poco de funk y acid rock. El golpe punk por excelencia del disco es 10:34, un grito abusivo, destructivo entre guitarras explosivas, coros a varias voces y unos saxos y trompetas que terminan de adornar la canción y hacerla estallar cuando es necesario. Escogiéndola sabiamente Toda la vida (Champiñón) es la canción que nos despide entre ritmos con cuales zapatear y un fantástico coro masivo que desafinar, el perfecto encore de algún concierto de los TKT.
Un aspecto sumamente importante de la composición de la banda es su habilidad lírica, no pretendo llamarles poetas, sin embargo, manejan de forma inteligente el idioma, doblan palabras y las estiran para mejorar la harmonía, confían en la rima asonante que permite una narrativa ágil y agradable. A excepción un par de versos fáciles, las letras de Killer Tomato se empatan con la frescura de su sonido y propuesta, un aspecto descuidado por muchas de las bandas actuales.
Los Días Como Hoy de The Killer Tomato es un disco aunque breve en temporalidad, mas no en canciones, que de forma explícita expone la riqueza de la banda, su picardía, su coraje y frescura, pegajosos sin pecar en lo cursi, valientes sin rayar en lo exagerado. Presentan de forma inteligente dos géneros que se complementan entre sí, el punk no distrae ni destruye, acelera las composiciones, el ska se ocupa de llenar los vacíos y enriquecer la melodía. Con guitarras ácidas, baterías marchantes sumados a las carcajadas y espasmos de los saxofones y trompetas, Los Días Como Hoy exponen la agilidad y versatilidad de la banda, su ingenio y carisma, un perfecto disco para conocer a los Tomatos.
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