Victoria Castañeda
Niños, butacas, risas, llantos y el aroma del teatro de cámara, son algunos de los ingredientes que acompañan a Panchorizo en su preparación para salir a escena. El proceso que lleva desde el maquillaje, hasta la espera detrás del telón convierte a la obra “Makuto y Malaka” en una entretenimiento sano y sin duda divertido que nos desconecta del exterior y nos sumerge en un mundo donde las risas y la imaginación alimentan el alma.
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