La vida es una fantasía ineludible, y por supuesto la muerte que conlleva. Es a través de este joven autor que parece que el tz’utujil es el idioma de la desesperanza, de la nostalgia y el vacío, sentimientos siempre humanos pero que parecen ser adueñados por el poeta, tejiéndolos suavemente de verso en verso. Sin mañanaes el himno de la soledad para Pedro, un testamento apasionado que desemboca en su texto, demostrando todas esas promesas de vida que se ven extintas en el paisaje sofocado de Chavajay.
La vida del autor aparece un retazo viejo hecho jirones, lo suficientemente despiadada como para recordarnos lo bella que fue, pero también piadosa por dejarnos mantener esas imágenes. Si es que no hay mañana, como promete el autor, tenemos todos los ayeres para recordar. A través de la poética narrativa de Chavajay nos sumergimos en un profundo álbum de los que se desprende la imaginería emocional del autor “somos un abismo hacia un viaje eterno” p.7
Este purgatorio tan silencioso es también de cargado de imágenes. En Nta K’a chuwaaq nos topamos con importantes referentes de la cultura y tradición maya que alimenta los detalles del texto, dejando así expuesto el autor a un desierto psicológico. Posiblemente al borde la muerte, el torrente de escenas que nos presenta Chavajay son un vistazo de lo que pudo ser, o quiso ser el escritor en vida. Dentro de este extenso parpadeo, del último hálito de vida nos topamos con la memoria histórica del autor, con su bagaje emocional, con su niñez, con su familia, con su entorno, con su cultura y misticismo.
Como sujeto a punta de pistola, Sin mañana es la visión poética de una vida de recuerdos, que vemos ágil y trepidante chocar entre sí, pero siempre triste, pues como su título sugiere, no tiene mañana. Si nos atrevemos a llegar a la última página enterramos esa vida, nos quedamos con el sonido haciendo eco y las texturas, pero nada más. Solo queda el suspiro de los árboles, el álbum del ayer y la incertidumbre del mañana de donde no hay vuelta atrás demostrando lo efímero de la vida y lo inevitablemente inmortal de la muerte.
nos quedamos en nuestra casa
que abre sus puertas
a los espíritus
y nos envuelve en el eco
(p.15)
así esta faz culminará su ciclo
con sus hijos vueltos a sus hogares
y no habrá fin del tiempo
(p.61)
Prepararé mi viaje
desde otra ciudad
les dejaré escrita mi carta con sangre
trazaré mi destino en el mapa
me perderé en los lugares con sus paisajes
[ más insólitos
me uniré con mis antepasados
y seremos esos árboles históricos
juntos sabremos descifrar los códigos,
los glifos, los rituales,
haremos bailar esta humanidad
con la danza del sol y la tierra
con la danza del venado
volaremos los cielos sin ser pájaros
volveremos a las glorias de los nahuales
y los sacrificios abrirán las puertas
[ a otras dimensiones.
(p. 63)
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