Alejandro García
– ¿Quién anda ahí? –pregunta Mario, a casi diez años después de iniciar su sueño eterno.
“Yo”, responde un joven visionario, un inquieto creativo, un tal Luis Carlos Coronado que, intimidado por tal figura, con libros en mano, jura haber leído todas sus obras para impresionarlo. – ¿Y qué? – pregunta hostil el escritor. – Es que hice una película de ellas, se la quería enseñar, – le responde el fallido paleontólogo, – Ah – contesta Mario con una sonrisa que empieza tallarse sobre su rostro, – y… ¿cómo se llama? – .
Antología conmemora los 101 años del nacimiento del escritor y sociólogo en cuestión y además, el debut cinematográfico del creativo y productor visual Luis Carlos Coronado. “Cuando me planteé esto, primero había considerado hacerlo de Monteforte y de Miguel Ángel Asturias, pero no iba a poder abarcar a los dos, debía darle mínimo una hora a cada uno y no iba poder hacerlo.”
Contemplando unificar partes de Hombres de Maíz, El Señor Presidente y Leyendas de Asturias, con Entre la Piedra y la Cruz, Donde acaban los caminos, Los desconcentrados, Un pequeño recuerdo y Los bandidos de Monteforte, el audiovisual suponía una labor titánica para el director primerizo, entonces, la cinta ni siquiera tenía un hilo conductor entre tanta historia. Sin embargo, la devoción de Coronado hacia Monteforte y su predilección sobre Asturias, hizo que este terminara delimitando el guión al primero.
La cinta narra la historia de Andrés (Rodolfo Romero) quien tras ser ingresado en un hospital psiquiátrico, sedado por tanto medicamento pierde conciencia de sí mismo permaneciendo en un estado catatónico. Eventualmente su subconsciente recurre a la invención de un compañero imaginario (Guillermo Monsanto) que busca desesperadamente sacarlo de ese trance. A falta de poder intervenir físicamente recurre a los textos de Mario Monteforte Toledo para hacerlo.
La trama principal de un paciente psiquiátrico dopado por los medicamentos fue basado en una historia real. “Fue algo que me contaron hace un tiempo y me intrigó” admite Luisk, “eventualmente llegó la idea del imaginario, entonces me senté a escribir el guión.” Antología pudo hacer sido filmada con un actor interpretando al mismo Monteforte, leyéndole sus libros a alguien durante un vuelo o una carretera “pero quise mantenerlo fuera de cinta, enfocarme más en sus libros que en él mismo” sentencia el director.
Durante un tiempo Luisk intentó localizar autoridades de la Fundación Mario Monteforte Toledo, sin embargo, después de correos sin respuesta, citas fallidas y llamadas perdidas, no obtuvo la aprobación que necesitaba, pero por la urgencia del proyecto el director decidió iniciar pre producción en enero. “Fue difícil el empezar sin tener respuesta de nadie, pero debía hacerlo esperando después no tener clavos legales” ríe. Y así, a principios de año empezó la tarea de conseguir locaciones, pulir el guión, conseguir vestuario, planificar detalles, crear un cronograma, realizar un storyboard y lo más importante, contactar los posibles protagonistas de la cinta.
La hermandad
Una vez con el guión listo Luis Carlos empezó a reclutar a los que darían vida a cerca de veinte personajes. “Lo presenté como un proyecto sin fines de lucro, independiente, con el fin de promover el arte y sobre todo la literatura de Mario Monteforte, les contaba también lo que yo había hecho para que vieran que al menos sabía agarrar una cámara” ríe Luis, “conforme me iban diciendo que sí los primeros, así iba convenciendo al resto, gente como Rodolfo Romero, Joam Solo o Willy Monsanto que son actores de mucho peso en Guate me ayudaron a atraer a los demás.”
“Ya conocía a Luis por su trabajo en el canal, sabía su compromiso y profesionalismo y una vez leí la historia me encantó, no me podía negar” afirma Flora Méndez quien interpreta a Celia, extraída de Los Bandidos. “Me gustó la idea cuando me presentó el proyecto” comenta el protagonista Rodolfo Romero, “me llamó la atención que aquel siendo un patojo tiene un genuino interés a la lectura y su determinación por plasmar el trabajo de alguien como Mario Monteforte Toledo.”
Uno de los personajes más pintorescos e impredecibles de la cinta es la del imaginario, interpretado por Guillermo “Willy” Monsanto. Willy, quien permanece como uno de los nombres más respetados dentro de la dramaturgia guatemalteca, fue otro de esos enamorados por el proyecto, “me gusto que tuviera el atrevimiento de hablarme directamente” afirma “pero lo que me convenció fue que él (Luis Carlos) tenía la gana de hacer algo innovador, me dio aires para hacerlo y no me arrepiento.” Con Willy dentro, Coronado aseguró uno de los más importantes elementos de la obra, quien despertaría a Andrés de su trance y el encargado de transmitir al público a los textos de Monteforte Toledo.
Con todos a bordo Luis Carlos presentó un cronograma de actividades de 6 semanas donde especificaba los días de grabación para cada actor. “Estaba muy nervioso” admite “pensé que me iban a decir algo como –y este patojo pisado qué pretende hacer- pero cuando les entregué el guión, el calendario, supongo que vieron cuán profesional era y empezamos a trabajar.” La grabación duró un total de 12 días, fines de semana durante todo mayo y las primeras 2 semanas de junio.
“Estaba nerviosísimo,” resalta el Luis ”algunos de esos actores llevan mi edad actuando, pero aprendí la humildad de ellos, tenía temor, me costó de corregirlos pero debía abordarlos seguro, con confianza.” ¿Dubitativo? Quizás, ¿Seguro de su trabajo? Siempre. Si bien el director recalca su inseguridad, para los actores fue sólido y sumamente profesional. “Tenía la película tan clara en su cabeza que sabía qué debía hacer y cuándo” asegura Flora. “Sí estaba chiviado a veces” ríe Rodolfo, “pero fue muy respetuoso y dio la talla ante gente de mucha trayectoria y experiencia.”
“La relación que hubo en el set entre director y actores ha sido de las mejores experiencias de mi vida” admite sonriente Luis Carlos, “mientras la grabación me decían –bueno patojo ojala te quede bien esta babosada; cuando seas famosos hay me hablas; cuando hagás tu primera película con presupuesto ahí te acordás de uno- cosas así me motivaron a seguir adelante.” A pesar de las dificultades y la falta de recursos Antología se logró completar a tiempo. “Aquel logró con un presupuesto de tres cáscaras de huevo lo que muchos no logran con millonadas” resalta Willy.
Recién sacada del horno
“Cuando empecé a escribir esto lo hice con el corazón, no quería limitarme por la razón, no quería pensar en número de actores, locaciones, espacios, vestuario” admite el director, “quería usar la cabeza hasta que llegara el momento de la producción.” Es por eso que Antología en un inicio también incluía extractos de Anaité, el realizador consideró filmar dichos eventos en Petén, sin embargo, por la complejidad de la utilería y la historia la tuvo que descartar.
El resultado final es un mediometraje de tres cuartos de hora donde la obra de Mario Monteforte Toledo confluye en la fragilidad mental de Andrés. Solamente la mística del autor chapín rescata del limbo al fracturado paciente. La narrativa del autor va encajando perfectamente en las grietas puestas por el realizador, la cinta avanza ágilmente por una creciente plataforma emocional, del lúgubre desierto donde nuestro protagonista se encuentra encerrado, a la ingeniosa picardía del imaginario, casi un anti héroe de la historia; a los finos detalles nostálgicos de la vida pasada de Andrés que son eclipsados por la incertidumbre, hasta llegar al brusco amanecer de su conciencia, la realización de Luis Carlos a lado de la riqueza literaria de Monteforte firman una ágil narrativa.
“Crecí muchísimo” admite Luis Carlos, “tenía el compromiso conmigo mismo y los actores de realizar algo de calidad y así fue, a veces me sorprendía decía -¡Puchica! ¿Eso hicimos? – quedaron muchos errores pero sin duda lo bueno triunfa sobre esos detallitos.” Para Flora, Antología pone en evidencia la capacidad de Luis Carlos de aprovechar los recursos a mano y el esfuerzo de todos, “desde la concepción de la idea a la realización y el resultado final, es un muy buen primer proyecto para Luis” afirma. “Si me lo pide, regresaría con los ojos cerrados” admite Willy sobre volver a trabajar con el director, “es más ya lo amenacé si no me llama” ríe.
– ¿Y entonces maestro? – pregunta un nervioso Luis Carlos aun mordiéndose las uñas.
– Te la echaste buena patojo, – responde Mario con la barbilla alzada y rascando la jungla peluda que tiene alrededor de ella, – Y… ¿cómo se llama esa canción vos? –
– Cuesta respirar de Bohe…
– ¿También cantás? ¿Es tuya? – lo voltea a ver Mario por primera desde que Luisca puso la película.
– Ehm… no, es de Bohemia Suburbana.
– Ah, sí pues – asiente rítmicamente el escritor viendo pasar los créditos. – Vos y… ¿no querés hacer Anaité?
*Luis Carlos Coronado, director y productor de Antología busca presentar próximamente la cinta en la Universidad Rafael Landívar, la Fundación Mario Monterforte Toledo y demás plataformas. Para octubre el realizador espera subir el medio metraje en su totalidad a Youtube o Vimeo y demás medios que se lo permitan.
Trailer
Son pocos los profesionales de la comunicación que se dedican a la realización de reportajes escritos, en especial de este tipo... con una redacción excelente y con hilo conductor bastante interesante. Los incentivo a que sigan cultivando esta página que apenas empieza y se enfoca en temas que son MUY importantes en el país, pero que muchos medios los ignoran... sin saber que son la carta de presentación ante otros países. Recuerdo a Luisk decirme: "Me da pena no poder tener los recursos económicos para poder pagarle a los actores", creo que al final les demostraste que no era un proyectucho... si no que es en un GRAN proyecto que servirá a futuras generaciones. Además considero que ellos se dieron cuenta que esto es sólo el comienzo del gran camino exitoso que te queda por recorrer. Dejaste en evidencia que con "cascaritas de huero huero" pudiste hacer un GRAN mediometraje, muy profesional. Me atrevería decir que has logrado hacer un gran trabajo a pesar de tener menos presupuesto que otros cineastas guatemaltecos.
Muy bonito el formato de este reportaje, felicidades a la revista con estos espacios buenísimos para dar a conocer el talento guatemalteco y felicidades a Luis Carlos Coronado por tan valiosa aportación a la memoria y obra del maestro Monteforte Toledo, sigan adelante, felicidades !!!